La carretera federal 57 se convirtió en escenario de dos accidentes automovilísticos que movilizaron a autoridades policiacas y cuerpos de rescate, el saldo más relevante, una impresionante afectación a la circulación vehicular.
El primero de ellos se registró sobre el tramo de 5 de febrero, en su intersección con el boulevar Bernardo Quintana en dirección a San Luis Potosí, según rescatistas de Alas Rojas, el conductor de de la tercera edad de un Renault Clío con placas para Querétaro, habría sufrido, al parecer, un desmayo mientras conducía.
Sin embargo, esta versión no pudo ser confirmada hasta el cierre de esta edición, debido a que el conductor parecía un poco fuera de sí, y no proporcionaba los datos necesarios para saber qué fue lo que lo llevó a casi volcar su vehículo.
Taxistas que atestiguaron la escena, narraron que por lo menos unos 300 metros antes de donde se registraron los hechos, el Clío comenzó a zigzaguear en todo lo ancho de la arteria sin control alguno, por lo que inmediatamente alertaron a patrullas de la Policía Estatal para que realizaran las acciones pertinentes.
Los patrulleros, confundidos por lo que ocurría, “escoltaron” al alocado vehículo y cortaron la circulación, cuando de repente apreciaron que las dos llantas del lado izquierdo subieron al camellón y así recorrió por lo menos unos 100 metros, hasta que el choque con un árbol detuvo la marcha del auto.
Al verificar el estado del conductor, los policías se encontraron con que estaba visiblemente aturdido y poco consciente de lo ocurrido, por lo que inmediatamente se solicitó el apoyo de paramédicos, quienes tras valorarlo y obtener escasos datos, determinaron que no era necesario trasladarlo a un hospital, sin embargo, llamaron a familiares del desafortunado para que lo acompañaran a su domicilio.
El otro encontronazo, se registró sobre el tramo conocido como Paseo de la República, a la altura del kilómetro 13, en donde el intenso congestionamiento derivado de obras que se realizan en la artería, provocó una carambola entre tres vehículos que omitieron tomar las medidas de seguridad necesarias para evitar este tipo de percances.
Testigos indicaron que la camioneta marca Nissan de color Negro, fue la primera en impactar a una camioneta de carga con redilas, en la que quedó prácticamente incrustada por la velocidad que llevada.
El inesperado choque, provocó que la conductora de una camioneta Jeep, no pudiera evitar chocar en la parte trasera a la camioneta ya siniestrada, lo que le terminó por ocasionar considerables daños.
El percance también fue atendido por paramédicos del grupo Alas Rojas, quienes tras valorar a cada uno de los tripulantes de las unidades siniestradas, determinaron que no era necesario trasladar a ninguno de ellos, por lo que inmediatamente se dio inició a los trámites correspondientes, como dar parte a la autoridad federal para que tomara conocimiento de lo ocurrido.
Ambos choques provocaron que el tránsito se volviera tan lento y caótico, que se generaron largas filas de autos de hasta 4 kilómetros de extensión, a pesar de que en ambos casos, por lo menos dos carriles quedaron libres.