Los diferentes centros de readaptación social y cárceles en el estado tienen carencias, las cuales puede subsanar la autoridad estatal, así lo explicó el presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro, Miguel Nava Alvarado, después de la evaluación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Los penales evaluados por la CNDH pertenecen a los ámbitos municipales, estatales y federales. Según los resultados del estudio, en 60% de esos centros prevalecen los autogobiernos de bandas del crimen organizado y se confirmó que persisten áreas de tortura de presos.

Según el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2012, en 65 cárceles de México prevalece el autogobierno: cárceles que operan en manos de internos y donde la ley de los reos controla las áreas de seguridad, las actividades productivas, educativas, deportivas, la alimentación, la limpieza y los privilegios como son las visitas, el uso de celulares y las sustancias prohibidas.

A decir de Miguel Nava, los penales y cárceles municipales en el estado tienen carencias, pero en comparación con los penales del resto del país, éstas son menores y tienen solución pronta.

“Nosotros como Defensoría de los Derechos Humanos tenemos un área de visita permanente de todas las dependencias de reinserción social en el estado tanto de penales del estado como cárceles municipales, para ver las condiciones de dignidad en las que se encuentran las personas internas, en el caso de Querétaro no son las mejores, pero están muy por encima de la de otros lugares del país”, explicó el ómbudsman queretano.

Con base en el estudio presentado por la CNDH, en 57 centros hay hacinamiento originado por la incorrecta distribución de los internos, en 52 hay sobrepoblación y en algunos se duplica la capacidad instalada.

En 81 penales no hay separación entre reos procesados y sentenciados; las actividades laborales y de capacitación son insuficientes, lo cual impide lograr la reinserción social que establece la Constitución mexicana.

Además, en la mayoría de las cárceles la calidad de los alimentos y la atención a internos con requerimientos especiales como adultos mayores, personas con discapacidad es deficiente.

En el caso de Querétaro, según el documento, los penales no tienen las instalaciones necesarias para mantener en condiciones a los internos, aparte de que las áreas para visita general y conyugal no son suficientes.

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