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Son 400 familias las que habitan en la ampliación del asentamiento irregular Las Margaritas, donde, con casas improvisadas, han soportado las inclemencias del tiempo, algunas por más de cinco años.
Aquí, la fuerza del viento ocasiona daños en sus viviendas y los vecinos tratan de hacer reparaciones con madera, bolsas de plástico y lonas de campañas políticas.
Margarita Miguel Apolonio comenta que el frío causa estragos en su casa: “Yo soy de Santiago Meztititlán, viven seis personas en mi casa; hace mucho frío, pero pues aquí estamos. Nosotros aún no hemos pagado por el terreno, llegamos desde hace tres años y nos han prometido que nos van a dar el terreno; llegamos de manera irregular, pero a la fecha no hemos recibido nada”.
En casas improvisadas de madera y cartón, los habitantes tratan de subsistir ante la falta de servicios básicos como agua potable, luz eléctrica o drenaje. Son las demandas que estas 400 familias hacen a las autoridades, pues durante años y diferentes administraciones no se les han solucionado.
Sin embargo, pese a los problemas diarios, no pierden el ánimo en estas fechas decembrinas.
Juan Aguilar, de 25 años, trata de ganarse la vida como artesano de la construcción, pero la falta de trabajo en estas épocas hace que sus festividades navideñas no tengan el mismo brillo que años anteriores.
“Vamos a festejar con los niños, vamos a hacer una carne asada o algo; algo para convivir, porque la falta de trabajo no me ha dejado mucho dinero. Sólo somos mis dos hijos, mi esposa y yo; llegamos aquí por la necesidad más que nada (...) pero sin dinero a ver cómo la pasamos. Sólo tenemos unas cobijas para cubrirnos y en una cama nos acomodamos los cuatro”.
Caminando entre piedras y tierra, los habitantes de esta zona, que para muchos de ellos ha sido olvidada por el gobierno municipal, tratan de mantener el calor usando madera para cocinar, comiendo al exterior de sus casas para evitar incendios y lavando ropa con una cubeta, confiando en que el sol brille lo suficiente para que se alcance a secar.
