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Un año y dos meses de trabajo en obra han despertado su interés por la construcción: Rafael Martínez Mosqueda es un joven que tiene 18 años, actualmente se desempeña como ayudante de seguridad e higiene de obras.
Mantener limpia la obra y verificar que los trabajadores cumplan con sus protecciones de seguridad (como usar casco) son las tareas que habitualmente realiza Rafael. “Soy ayudante de seguridad e higiene, me encargo de mantener limpia la obra y que todos cumplan con sus protecciones para trabajar”.
Las encomiendas del joven son de gran relevancia para quienes trabajan en la realización de alguna obra o de alguna construcción, pues mantener libre de basura la zona de trabajo y constatar que sus compañeros cumplan con los lineamientos de seguridad y protección contribuyen a evitar accidentes dentro de los trabajos.
“Recoger la basura, llamar la atención de los contratistas para que recojan sus áreas donde están trabajando para que no ocurra ningún incidente”, son algunas de las cosas que está pediente.
El contacto que Rafael ha entablado con los trabajadores, con la construcción y la cercanía que mantiene con las labores de edificación, han sido una gran motivación para que aspire a ser arquitecto.
Desde hace un año y un par de meses, Rafael Martínez entró a laborar en las obras, luego de culminar la secundaria y de haber pasado dos años sin realizar labor alguna, decidió trabajar.
“Entré como trabajador normal, ya después el ingeniero Fabián fue quien me guió y me jaló para trabajar con él, fue cuando me empecé a enseñar a trabajar en seguridad e higiene”.
Desea retomar estudios
Actualmente Rafael no estudia, “solamente trabajo, terminé secundaria pero tengo planeado seguir estudiando y hacer la prepa abierta, no he empezado nada, apenas voy a comenzar”.
Incursionar en la obra se ha convertido en inspiración para continuar estudiando, luego de un lapso de indecisión, ahora Rafael desea y anhela ser arquitecto.
“Quiero estudiar Arquitectura, por la obra, me gusta estar junto a la gente, conocerlos, ver cómo se procesa una obra; desde el día que entré aquí nació mi sueño de ser arquitecto”.
A la fecha apoya a sus padres económicamente. “Entré a trabajar para apoyar a mis papás, porque dije ‘si no hago nada, si no estudio, tengo que trabajar para ayudarlos en algo’, ahorita nada más vivo con mis papás, mis hermanos ya son casados, los apoyo económicamente”, relata Rafael.
En sus tiempos libres, juega futbol y sale a divertirse con sus amigos, “salgo a jugar futbol y me gusta ir a algún antro”. En tanto, en sus horas de trabajo continúa aprendiendo y al mismo tiempo ansía en pronto ser el arquitecto Fabián Martínez Mosqueda.
