Con el fin de gestionar un apoyo de un millón de pesos, con los que prevé construir un dren pluvial que ayude a solventar la problemática que actualmente azota a la comunidad de El Blanco, Alejandro Arteaga Cabrera, presidente municipal de Colón, asistió al Palacio de Gobierno.
De acuerdo con el edil, la mencionada comunidad recibió una fuerte tromba acompañada por fuertes cantidades de granizo, que en algunos domicilios se llegó a acumular hasta con una altura de 20 centímetros.
Arteaga Cabrera explicó que las acciones que el ayuntamiento realiza en estos momentos se enfocan en la repartición de colchones, cobijas y ropa para los afectados, sin embargo, destacó, estas acciones son “superficiales”.
“Este apoyo de colchones, ropa y cobijas es superficial y corre a cuenta del municipio, pero necesitamos realizar obras, necesitamos construir un dren pluvial que nos ayude a atacar el problema de raíz”, indicó el funcionario.
Detalló que la comunidad afectada se ubica en la parte baja de un cerro, por lo que el agua que de ahí desemboca, cae directivamente sobre el poblado, por lo que, explicó, es necesario un dren pluvial que canalice el agua a una zona distinta a donde actualmente encuentra su cauce.
De los 2 mil 500 habitantes de El Blanco, fueron cerca de 400 los que se vieron afectados, los cuales fueron ubicados en cerca de 80 domicilios, por ello, dijo el munícipe, es necesario actuar a la brevedad, para evitar que se sigan viendo perjudicados con este tipo de fenómenos meteorológicos.
Al momento de la tromba todos los agraviados por la lluvia fueron evacuados de sus domicilios, sin embargo, una vez que terminó y se corroboró que no existían mayores riesgos, se les permitió regresar a sus casas, donde pudieron constatar que el agua había alcanzado una altura de hasta 80 centímetros.
Arteaga Cabrera confió en que el Gobierno del Estado facilite este apoyo a la demarcación que encabeza, pues dijo, la necesidad de la población lo amerita, a lo cual, agregó, que el propio ayuntamiento también está dispuesto a colaborar en los gastos requeridos, a pesar de no contar con un fondo para contingencias.