Hace poco más de 29 años se conformó un comité para solicitar una preparatoria en Jalpan de Serra. Tras este suceso, a las autoridades se les notificó que existía un nuevo modelo educativo que podría instalarse en la región. Tiempo después, se instaló en la Sierra la primera Institución de Educación Media Superior, comandada por Rigoberto Torres Sauceda.
Emocionados, sociedad civil y profesionistas de la época se ofrecen como docentes, incluso sin sueldo. De esta manera comenzó la historia de muchas generaciones que han logrado vencer “el sueño americano”.
Juan Hugo Ledesma Cabrera, estudiante de la primera generación del Colegio de Bachilleres campus Jalpan, recuerda los primeros años de lo que en aquel entonces se llamaba ‘Cobach’.
“Ésta ha sido una de las experiencias mas importantes, el colegio marco mi vida, fue un proceso entre el aprendizaje y la diversión, había alumnos con mas años que nosotros que íbamos saliendo de la secundaria, lo cual provocó que hubiera una madurez rápida de nuestra generación”, comentó.
Juan Hugo ahora es encargado del área de Difusión Turística del Grupo Ecológico Sierra Gorda. También fungió como director de Comunicación Social de Jalpan de Serra. En ese tiempo pensaba que su única aspiración era estudiar la secundariaa.
“Cuando supimos que habría preparatoria en Jalpan no dimensionábamos el hecho, me acuerdo mucho del director fundador, Rigoberto Torres; del arquitecto Marcelino; del doctor Cárdenas, entre otros más. El inicio de esa aventura la compartimos muchos, ya que no había instalaciones y tomábamos clase en las instalaciones de la escuela primaria”.
Bertha Elisa Pedraza Serrato, catedrática de la Universidad Tecnológica, también es egresada de la primera generación del Colegio de Bachilleres en la Sierra.
Aseguró que estudiar y regresar a la tierra natal para mostrar lo aprendido es de lo más satisfactorio que puede existir como profesionista y ser humano.
“En esa etapa de nuestra vida nos divertíamos mucho y además, al ser pocos, se nos daba mucha atención, nos tocó estrenar las instalaciones, las veíamos increíbles, ya que era la escuela con más grado de escolaridad”, acotó.
“Beti”, como se le conoce, asegura que esta institución es de gran apoyo para el pueblo. “Muchos de los egresados han sido hombres y mujeres de bien, el Colegio de Bachilleres transformó nuestras vidas, pues la sociedad estaba al pendiente de lo que hacíamos y sin duda ha sido un espacio forjador de éxito”.
Asimismo, Laura Lechuga, quien ha estado en el servicio público y ha sido candidata a regidora, habla también de esas remembranzas de hace casi tres décadas.
“Recuerdo que habíamos sólo dos grupos, con muy pocos alumnos, yo creo que fuimos una generación muy unida y hasta la fecha nos seguimos frecuentando, es increíble que todavía muchos de los profesores sigan dando clase, con el mismo optimismo y vitalidad. Había dos salones, nos tocó reforestar todos los árboles que están ahora, nosotros los plantamos, me acuerdo mucho que era un lugar despoblado, ahora todo es diferente”.
Éstas son algunas historias de éxito de jóvenes del ayer, que fueron visionarios y que en lugar de partir a la unión americana, decidieron buscar un mejor futuro, el cual encontraron en el Colegio de Bachilleres, hace casi 30 años.