Abigail Arredondo Ramos, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano del ayuntamiento capitalino, señaló que hay entre los pendientes que aprobar de manera interna y posteriormente en sesión del municipio dos reglamentos que son: el ambiental y el de ordenamiento ecológico, a partir de los cuáles se espera controlar los cambios de uso de suelo e incrementar el número de las áreas naturales protegidas.

Se reunió con grupos de ambientalistas para analizar el reglamento de ordenamiento ecológico, que ya estaba “a punto” de ser turnado por la administración pasada para su aprobación, sin embargo, fue “frenado” por la falta de análisis en cuanto su aplicación y sus normas.

“Tenemos que comentarlo con varias instancias, que participen con este ordenamiento ecológico que saben que no sólo es llegar y decir que hay que proteger; sino también tener un plan de crecimiento a largo plazo”, señaló.

En la actualidad hay en la entidad 21 mil 93 áreas protegidas, en las que se encuentran el Parque Nacional Cimatario, el Parque Nacional Cerro de las Campanas, El Tángano, Zona Occidente de Microcuencas y el Parque microurbano Cañada-Juriquilla.

Arredondo Ramos comentó que acatará la instrucción del presidente municipal, Roberto Loyola Vera, quien señaló que se tendrá que trabajar no sólo en el crecimiento del municipio de Querétaro sino en toda el área metropolitana, donde se agrega el municipio de Corregidora, El Marqués y Huimilpan.

“Este plan ecológico no solamente es del municipio de Querétaro sino ya contempla las zonas que se pueden urbanizar y las que no, que son áreas naturales protegidas de la región metropolitana” y así preservar las áreas naturales protegidas.

Al respecto Arredondo Ramos, indicó que se está previendo con el reglamento de ordenamiento ecológico todo lo que afecta y tiene que ver con el Querétaro y con los otros 3 municipios, además de ambientalistas para mantener un equilibrio y trabajar en los “real”.

“La cuestión es que desde cómo construir, hacia violar todas las áreas naturales no están bien marcadas en el reglamento y se está haciendo un análisis también para proponer en algunas semanas un cambio en este reglamento”, aseguró la funcionaria.

Como ejemplo dijo que está el caso de la Solana o (Peña Colorada) que es un claro ejemplo de que las cosas no se hacen bien, donde se dieron los permisos para la construcción y a los pocos meses se re chazó dicha autorización, por estar señalada como área protegida.

Este caso refiere a 32 hectáreas del predio ex hacienda La Solana en Peña Colorada, que pretenden transformarse en viviendas y zonas comerciales.

Antecedentes

El pasado 2 de abril, el Tribunal Superior de Justicia del estado de Querétaro (TSJ), resolvió que se debe dejar sin efecto la autorización otorgada en junio de 2011 para modificar el uso de 32 hectáreas del predio ex hacienda La Solana, que antes era una zona de preservación ecológica y ahora sería de uso comercial y habitacional con hasta 300 habitantes por hectárea. Un día después, el municipio interpuso una impugnación para evitar esta revocación.

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