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Ofrecen rehabilitación especializada

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23/11/2012 |03:05
Redacción Querétaro
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Los centros contra las adicciones en Querétaro atienden a 30 mil personas cada año. La coordinadora del Consejo Estatal Contra las Adicciones, Rebeca Mendoza Hassey, dio a conocer que existen clínicas para atender cada tipo de adición.

Mientras que en la clínica capitalina ubicada en la colonia Satélite da tratamiento a personas con problemas de tabaquismo; existe otro lugar contra las adicciones ubicado en San Juan del Río, donde se da servicio a personas provenientes de Amealco y del mismo municipio, que se encuentran en tratamiento contra el consumo de inhalantes.

Asimismo, se cuenta con el Centro Nueva Vida, ubicado en el municipio de Corregidora, donde se tratan casos de alcoholismo.

Mendoza Hassey indicó que en la actualidad “desafortunadamente sabemos que cada vez se consumen más drogas en general, ya sean alcohol, tabaco o ilegales, es decir, 55% de los jóvenes en el país las consumen antes de cumplir 18 años.”

Apuntó que de acuerdo al dato estadístico con el que se contaba que data de 2008, se conocía que 49% consumían dichas sustancias adictivas, por lo que el incremento es lo que tiene preocupadas a las autoridades encargadas de la materia y a los ciudadanos en el estado.

La coordinadora del Consejo Estatal Contra las Adicciones comentó que se sabe que se están consumiendo en primer lugar alcohol y tabaco (drogas legales), mientras que los hombres prefieren la mariguana a la cocaína y las mujeres, las anfetaminas (en caso de las ilegales).

El tema de las adicciones, dijo, inicia en casa y no es una tarea que se le tiene que dejar al gobierno, hay que decirles a los jóvenes que son malas, y explicarles porqué.

El consumo de alcohol debe iniciar a partir de la mayoría de edad, es decir, de los 18 años, pero de una forma moderada.

En la entidad se ha detectado que la edad en la que hay más casos de la primera ingesta de alcohol es entre los 12 y 13 años, aunque se han conocido otros, en la capital, en que niños de ocho años ingieren bebidas embriagantes de las sobras de las fiestas a las que acuden con familiares, “por curiosidad”.