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Restos de sangre, pólvora, desgarres por combate y manchas de humedad son algunos de los rastros que aún conserva la bandera del Batallón de Infantería Permanente “Ligeros de Querétaro” luego de 152 años de historia, de acuerdo con el diagnóstico sobre el estado de conservación de la Bandera realizado por el Archivo Histórico del estado.
La investigadora adscrita a la dirección de investigación y estadística legislativa de la 57 Legislatura, Cristina Vega Prado, informó que la bandera forma parte del Patrimonio Cultural del estado de Querétaro y data de 1861 cuando Benito Juárez hizo un llamado a los estados solicitando el envío de tropas para organizar la resistencia frente a la intervención.
Zeferino Macías, jefe de la sección de Guanajuato y al mando político y militar del estado de Querétaro, organizó el cuerpo de defensores de la independencia para apoyar al gobierno de la Unión.
Por su parte, el general José María Arteaga, gobernador de Querétaro, organizó con las fuerzas del estado la “brigada de Querétaro” y de esta manera surge el “Batallón de Infantería Permanente Primero de Querétaro”.
La brigada de Querétaro participó en la Batalla de Acultzingo, el 28 de abril de 1862, tomando posición de combate en Las Cumbres, reforzada y apoyada por las tropas de San Luis Potosí y las de Oaxaca al mando del general Porfirio Díaz; en este lugar inició la exposición de la bandera de Ligeros de Querétaro a las armas de los franceses dejando marcas de balas, fuego, sangre, polvo así como desgarres.
“Esta bandera data de 1861, la portó el Batallón Ligeros de Querétaro para apoyar en las fuerzas en la batalla de Puebla, después pasa por muchas travesías hasta enviarla el gobernador de Puebla aquí a Querétaro, por considerarla muy importante para la historia (…) en 1863”, mencionó la investigadora Cristina Vega.
El 22 de septiembre de 1997 se publicó el Decreto aprobado por la 51 legislatura local, por lo que se ordenó que la bandera histórica quedara para su guarda y custodia en la sala de las Constituciones del Congreso del estado, y fue en esta fecha cuando se decidió elaborar una réplica para utilizarla en la ceremonia anual del grito de independencia.
De acuerdo con la investigadora y doctora en Historia, Patricia Pérez, esta bandera y todas las que existieron desde 1821 se realizaron con la finalidad de unificar el sentimiento nacional, ya que se buscó conglomerar el espíritu mexicano.