La Universidad de Querétaro nació el 24 de febrero de 1951, bajo la Rectoría del Lic. Fernando Díaz Ramírez; y se convirtió en Autónoma el 29 de enero de 1959. Desde 1983 ambas fechas se conmemoran el 24 de febrero a iniciativa del entonces rector Braulio Guerra Malo.
De acuerdo con el cronista de Querétaro, Andrés Garrido Del Toral la UAQ tiene sus antecedentes en colegios dirigidos por los jesuitas.
“En los colegios de San Ignacio y San Francisco que estuvieron dirigidos por los jesuitas de 1625 a 1767, con su expulsión, pasaron a manos del clero secular de 1778 a 1832, los cuales fueron cerrados y reabiertos durante la Independencia y la gestación de la República, hasta su cierre definitivo en 1867”.
De 1868 a 1950 se mantuvo como Colegio Civil del Estado y, finalmente, el 24 de febrero de 1951 se creó la Universidad de Querétaro, bajo la Rectoría del licenciado Fernando Díaz Ramírez, siendo gobernador del estado el Dr. Octavio S. Mondragón, continuó Garrido Del Toral.
La UAQ inició clases con las escuelas de Preparatoria, Derecho, Ingeniería Civil, Ingeniería Topográfica y Enfermería y Obstetricia.
Fue en 1952 cuando el maestro José Vasconcelos acuñó el lema “Educo en la Verdad y en el Honor”. Ese mismo año empezó a funcionar la Escuela de Ciencias Químicas; en 1953 la Escuela de Música y en 1954 la Escuela de Comercio, hoy Facultad de Contaduría y Administración.
El también catedrático de esta casa de estudios expresó que durante enero y febrero la comunidad universitaria tiene que celebrar estos hechos históricos que le dieron la figura que hoy conserva, asumiendo con responsabilidad lo que significa ser una institución autónoma.
“Requerimos una Universidad que solucione los problemas reales de la sociedad, una Universidad cercana a las necesidades sociales para resolverlas”, manifestó.
Ya que el gobernador nombraba a las autoridades de la institución educativa, el camino para lograr la autonomía universitaria comenzó en 1958 luego de que el entonces mandatario estatal, Juan C. Gorráez designó al Dr. José Alcocer Pozo como rector, lo que provocó la inconformidad de la comunidad estudiantil.
Fue en 1959 cuando la XXXIX Legislatura del estado aprobó la creación de la Ley Orgánica de la Universidad mediante la cual se reconocía la autonomía de la UAQ con su publicación en el periódico oficial “La Sombra de Arteaga” el 29 de enero de ese año, la cual entró en vigor el 5 de febrero.
“En dicho documento se estableció que la Universidad es una ‘corporación autónoma con plena capacidad jurídica’ cuyos fines son ‘impartir, fomentar y divulgar la educación superior; elevar el nivel moral e intelectual de sus alumnos y formar profesionales, investigadores y técnicos útiles a la colectividad; promover manifestaciones de cultura artística y deportiva, y desarrollar en sus educandos las cualidades que tiendan al perfeccionamiento integral del individuo. Se denominará Universidad Autónoma de Querétaro’, expuso el cronista.
En ‘La Sombra de Arteaga’ también se puntualizó la atribución de la institución para nombrar a sus autoridades, para impartir estudios preparatorios y profesionales y para desarrollar conocimiento bajo el principio de la libertad de cátedra y de investigación. Se precisó que la UAQ cumpliría con su misión a través de la Escuela Preparatoria de cinco años, la Escuela de Bachilleratos Complementarios de la Educación Secundaria, y las escuelas de Leyes, Ingeniería, Ciencias Químicas, Comercio, Enfermería y Obstetricia, Música y Artes Plásticas.
Refirió que el pueblo queretano se alió a la Universidad, la sociedad y la Universidad fueron uno solo.
“Había un acto de gratitud hacia Fernando Díaz Ramírez porque era todo, era rector, era un segundo padre, conocía a los alumnos por su nombre, sabía dónde vivían, quiénes eran sus padres; si faltaba un maestro, el Rector daba la clase, así fuera prepa o de una carrera diferente al Derecho, que era lo que él dominaba. Con ese ambiente familiar, Querétaro se unió a favor de Díaz Ramírez, no porque el Dr. José Alcocer Pozo fuera malo sino por la forma en que el gobernador quiso hacer el cambio de autoridad”, expresó Garrido Del Toral.
En la lucha por la autonomía, se reconoce a personajes como Álvaro Arreola Valdéz, quien era presidente del Comité de Huelga del ‘Movimiento del 58’, integrado por Salvador Septién, Hugo Terán Rodríguez, Jesús Galván Perusquía, Jaime Murua, Alejandro Maldonado, Rogelio Garfias, Antonio Jaramillo, Jorge Hernández y Ricardo Escoto Patiño, puntualizó el cronista, Andrés Garrido Del Toral.