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El reto de la Iglesia Católica es estar cercana a la sociedad, a las comunidades a través de los sacerdotes, que con su ejemplo de vida, afirmó el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz, quien también dijo que las nuevas tecnologías llevan al ser humano a una soledad de vacío.
“Todo lo que realicemos nosotros, como hombres de fe, tenemos que fortalecerlo y basarlo en la espiritualidad, en la oración y el sacerdote tiene que ser no solamente hombre de espíritu, hombre de oración, sino ejemplo de oración”, señaló tras la misa Crismal en la Catedral queretana.
Apuntó que debe fortalecerse el corazón sacerdotal y librarlo de cualquier aislamiento, por ello la Diócesis de Querétaro propone la creación de las pequeñas comunidades sacerdotales, para que cada cura tenga la suya y fortalecer la espiritualidad.
“La mejor manera de estar presente con nuestro pueblo es con las actitudes, con el estilo de vida, un estilo de vida solamente se logra mirando el estilo de vida de Jesús, y esto se hace en la oración, en una actitud de disponibilidad total”, indicó.
“Es mejor vivir con un corazón cicatrizado que con un corazón herido, por eso apelaba a acudir al Señor para sanar cualquier cosa que humanamente podamos tener, creo que ustedes ven en nosotros unos ministros del Señor, pero también unos seres humanos que estamos expuestos a algún tropiezo, por eso cuando se ha tenido un tropiezo, alguna actitud no prudente con alguna persona, tenemos la posibilidad, como la tenemos todos los bautizados, de pedir perdón y pedirle perdón a Dios y confiar en su misericordia, a todos nos hace bien, y el papa (Francisco) no ha exhortado a saber a pedir perdón”, recalcó.
En su homilía dijo que la tecnología puede llevar a las personas a una soledad individual, donde no esté en contacto con sus semejantes.
“La tecnología nos puede llevar a una soledad de vacío, por eso los medios de comunicación, la tecnología, las redes sociales se deben de utilizar con prudencia, no solamente nosotros, sino también los jóvenes, los adolescentes, las familias, porque si no los hijos se aislan y se meten en un mundo donde no hay relación natural y espontánea con la familia”, sostuvo.
En otro tema, el obispo Armendáriz confió en que el conflicto en la UAQ, cuya huelga terminó ayer, llegué a un buen término.