Clientes del mercado municipal Mariano Escobedo afirman que los franeleros localizados en el área “hacen su agosto” apartando los lugares para estacionar vehículos en las inmediaciones del zoco.
No es el único caso en los mercados del municipio de Querétaro, pues en otros se aprecia la misma situación. Los inspectores municipales, aseguran los comerciantes, nada pueden hacer porque cuentan con permiso por el administrador del mercado.
Son más de 20 personas que laboran como “viene-viene” en las inmediaciones del mercado, pues las áreas para estacionar autos y camiones de carga son insuficientes, a decir de los mismos usuarios del mercado, que indican que no hay hora del día en que se pueda encontrar un espacio para aparcar los coches.
Con cajas de refresco, huacales de madera, cubetas y trafitambos, los franeleros llegan a reservar hasta 30 lugares en diferentes zonas de las siete calles que circundan este mercado. En caso de que alguna persona requiera un espacio para detener su auto debe solicitarlo al personal uniformado con playeras azules o amarillas.
“No es posible poder llegar a comprar a este mercado, nunca hay espacio para estacionarse, solo las motos pueden llegar rápido, pero los coches hay veces que debemos dar vueltas para hallar un espacio o darles al menos 20 pesos a los señores para poder estacionar el coche y hacer las compras del mandado”, expresó Julián Palacios, cliente de este mercado.
Los comerciantes aseguran que estos trabajadores son necesarios porque cuando llegan con las camionetas cargadas de productos son quienes les asignan el lugar más cercano a su local. “El apartado de lugares es necesario, porque nosotros los comerciantes luego tenemos que caminar mucho y bien cargados de cosas. Los ‘diablitos’ que usamos luego no los podemos empujar, pero los señores que ponen sus tambos ya nos conocen y pues necesitamos nuestro lugar”, dijo Martín Guzmán, comerciante de verduras.
Algunas personas han solicitado la ayuda de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito municipal de Querétaro para controlar esta práctica, que no está permitida en el reglamento de tránsito del estado, “Cuando llamé a la patrulla para decirle que no me dejaban estacionar, los policías me respondieron que los ‘viene-viene’ están haciendo su trabajo y que nada podían hacer para quitar las cajas”, expresó Myriam Reyes, cliente regular del lugar.