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Por cada 100 niños que nacen en el Estado de Querétaro 10 tienen problemas al nacer y sólo dos reciben estimulación temprana adecuada, lo que implica problemas severos de hiperactividad y déficit de atención, aseguró la directora operativa del Centro de Neurodiagnóstico y Neuroterapia, I.A.P, Rocío Pérez Fonseca.
Explicó que para evitar estos problemas que actualmente aquejan en la población existe la neurohabilitación, que es un método de terapia física que se implementó en Hungría conocido como Katonaen, el cual se trabaja por medio de ejercicios físicos con los recién nacidos y hasta los 24 meses de edad.
“Con ejercicios físicos podemos trabajar lo que llamamos patrones sensorio-motores en el desarrollo de los bebés, lo que permiten estos patrones es el desarrollo normal de un niño; éstos se asocian con los reflejos primitivos como son la succión, la atención, los reflejos, el movimiento ocular, lo auditivo, entre muchos otros”, precisó.
Señaló que los factores de riesgo se pueden detectar desde el embarazo por medio de las amenazas de aborto, la preeclampsia, la diabetes gestacional, los accidentes como caídas o por los partos prolongados, entre otros.
“Un parto que dura más de 12 horas nos habla de sufrimiento fetal, lo que significa que el bebé se queda sin líquido amniótico; esto a su vez provoca que lo llegue a tragar o que ocasione lo que es asfixia prenatal”, indicó Pérez Fonseca.
Los síntomas de flacidez, si el niño duerme demasiado, no despierta para ingerir sus alimentos cada tres horas, si no sostiene su cabecita, si sus manitas están muy duras y apretadas y si al cargarlos presentan hiperextensiones, representan factores de riesgo en los bebés.
La directora del Centro de Neuroterapia indicó que al detectar estos casos es recomendable la elaboración de un diagnóstico neurofisiológico y de desarrollo, con la finalidad de corregir algún tipo de discapacidad que pueda presentar el recién nacido.
“En los niños que no son atendidos y que presentaron muchos factores de riesgo se puede llegar a desarrollar alguna discapacidad como una parálisis cerebral infantil, la cual no solamente implica que el niño esté en una cama, sino que presente problemas visuales, auditivos, de conducta o motrices”, señaló
Agregó que si los factores de riesgo neurológicos son atendidos puntualmente, los niños con daños menores llegarán a una edad adulta sin ningún tipo de problemática.
