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El estado de Querétaro fue sede de la Segunda Reunión Regional de Decrecimiento en la cual se ofrecieron conferencias, mesas redondas, talleres, exposiciones de productos y eventos artísticos, con el propósito de hacer conciencia y la acción en torno a las problemáticas que tienen que ver con el acelerado crecimiento de la modernidad.
El decrecimiento es una corriente de pensamiento que pretende tomar medidas ante el desperdicio de recursos que se genera actualmente; tiene sus raíces en las ideas de un grupo de filósofos entre los que destacan Iván Illich, Cornelius Castoriadis y Serge Latouche. En México este movimiento tuvo su inicio hace siete años.
El organizador del evento, Samuel Bruguer Jacob, profesor investigador de la Licenciatura en Desarrollo Humano para la Sustentabilidad, indicó que el concepto de decrecimiento no está claramente definido aún, pero refiere: “cómo podemos vivir mejor con el menor daño a la tierra, lo que significa lastimarnos menos a nosotros mismos; no porque se consuma más estamos mejor”.
Comentó que discutirán diferentes perspectivas que aporten solidez a esta ideología en el país, con propuestas como azoteas verdes, permacultura, proyectos de ferrocemento, energías renovables caseras y el trabajo artesanal local.
El rector del Alma Máter queretana, Gilberto Herrera Ruiz, afirmó que la UAQ también está trabajando en esta toma de conciencia con el mínimo desperdicio, como lo es el agua purificada Aguaq y otros productos elaborados en el Rancho Universitario, lo cuales fomentan el consumo de bienes regionales.
Asimismo, la representante de Slow Food en El Bajío, Ada Valencia de Solana, señaló que se pretende impulsar la eco gastronomía, el consumo regional y la comida tradicional frente a las importantes cadenas de comida rápida.
“El objetivo de Slow Food es crear una red de productores y cocineros que trabajen en conjunto para salvar las áreas en las que se producen alimentos”, dijo.
Agregó que se celebrará el quinto aniversario de Terra Madre Day, donde la red mundial de Slow Food resalta el alimento limpio, bueno y justo.
“Comer es un acto agrícola; cada vez que comemos es una decisión, lo que se tenga en el plato o sí cambiará lo que se tenga en el paisaje”.