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El Instituto Querétaro de la Cultura y las Artes (IQCA) a través de la dirección de Educación Artística y Servicios Culturales (DEASC), instalará este año 40 salas de lectura más en el estado, principalmente en los municipios de Amealco, Peñamiller y Huimilpan.
Dichas salas se sumarán a las 113 que tiene actualmente la entidad; el objetivo de éstas es fomentar la lectura, informó la encargada de los programas federales de la DEASC, Saraí Olmos Camacho.
Destacó que el programa Salas de Lectura tiene como meta abrir espacios para lectores en una comunidad pro medio de una persona voluntaria, quien establece un espacio para que la población que así lo desee aprenda de los libros.
“El objetivo de estas salas es romper con la idea de que la gente sólo lee por leer, tenemos muy bajas la estadísticas en libros, pero toda la gente lee, desde Tv notas, que es horrenda, hasta Proceso o algún otro tipo de revista. No se tiene cuantificado qué tipo de lectura prefieren las personas, pero todas leen, por lo que en este programa, empezamos desde cero, desde lectura de imágenes, ver una película, y como la lectura en torno al libro puede llegar a arte, que esa es la meta que tiene”, explicó.
Actualmente en el estado de Querétaro existen 113 salas de lectura, en las que se incluyen 12 Para-libro, una modalidad que incluye también el interés por las letras, pero en paradas de autobuses y espacios públicos donde se pretende rescatar el tejido social con encuentro de lectores.
En este sentido, las salas son atendidas por mediadores —particulares que brindar espacios atractivos, agradables y cómodos para leer— al mismo tiempo de que rompen con el paradigma de las bibliotecas, haciendo que el tiempo que se dedica a los libros sea dinámico y de disfrute.
La operación de estos centros está a cargo de voluntarios elegidos por medio de una convocatoria y a partir de ahí comienzan su proceso como formadores y, posteriormente, dan pláticas en torno a los libros.
“Las salas pueden ir dirigidas a niños, a jóvenes, a adultos, esto dependiendo del mediador. Sin embargo, si es para niños no se permite entrar a adultos desconocidos y (el número) máximo de personas que pueden atender una persona de una manera pedagógica es 25 a lo máximo y cinco como mínimo”, destacó Saraí Olmos.