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Una oportunidad de trabajo los trajo a Querétaro, sin embargo, las circunstancias les impidieron regresar a su ciudad natal.
Proveniente de Chihuahua, Chihuahua, Luis Alberto Muñoz López llegó junto con su familia a finales de 2008 a Querétaro, debido a que la empresa donde laboraba puso una sucursal en la entidad, pero tres años después la compañía cerró.
Al ver esta situación Luis, y su esposa Elsa, contemplaron sus opciones de regresar, pero la violencia e inseguridad que se vive en el estado grande los obligaron a permanecer en la entidad.
“Nosotros llegamos aquí porque la empresa en donde trabajábamos en Chihuahua puso una sucursal aquí, pero las cosas no salieron como esperábamos y después de un tiempo cerraron, estuvimos pensando y hablando con nuestra familia de allá para ver si nos regresábamos porque teníamos nuestra casa y todo, pero la violencia y la economía iba de mal en peor”, manifestó Luis Alberto.
Mencionó que la adaptación fue difícil, principalmente por la idiosincrasia del centro y porque extraña la comida y a su familia, pero poco a poco se han ido estableciendo.
“Extraño mucho los burritos, ver a mi familia, pero pues uno tiene que ver lo que más le conviene y en este momento para mi familia es quedarnos aquí, salir adelante con lo que tenemos”, dijo.
Luis detalló que por lo que decidieron quedarse en Querétaro, fue porque cada vez más personas allegadas a ellos empezaron a sufrir de asaltos, secuestros y demás ilícitos, por lo que concluyeron que la mejor opción es quedarse aquí hasta que la situación mejor en su ciudad de origen.
A más de cuatro años de haber llegado Luis y su esposa decidieron poner un negocio de refacciones automotrices especializadas en automóviles americanos y poco a poco han logrado salir adelante.
A pesar de todo, Luis reconoce el crecimiento y el amplio campo de oportunidades que existen.