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En Querétaro existen alrededor de 100 mil hectáreas de tierras de temporal con aproximadamente 20 mil productores, distribuidos principalmente en los municipios de San Juan del Río, Amealco, El Marqués y Querétaro. La mayoría de ellos son de escasos recursos y no cuentan con acceso a las tecnologías que hacen más fácil su trabajo.
Con fe y renovado optimismo, Don Santos Ruiz y su familia preparan ya la tierra de sus parcelas en la comunidad de San Pablo Potrerillos, en San Juan del Río, pues ellos son agricultores de temporal.
Esta familia siembra el campo a la manera tradicional; usan dos yuntas de mulas y pagan un peón que realiza el trabajo más pesado, que es arar entre los surcos; le sigue muy de cerca Esperanza, hija de Don Santos, rociando en el terreno ya trabajado, pequeños puñados de granos de maíz.
A pesar del alto costo de los insumos y de la falta de apoyos, el señor Ruiz dice que no quieren tierras ociosas, que ellos prefieren sembrar sus parcelas, y esperar una cosecha regular que les proporcione lo básico para a su familia.
Más adelante, en la parcela contigua, otra familia también apellidada Ruiz, aran las tierras que se encuentran cercanas al bordo de la comunidad. Toda la familia trabaja, desde una mujer embarazada, hasta el niño de 12 años.
Quieren sus tierras listas para las lluvias que, según predicen, llegarán los primeros días de junio, lo que augura una buena cosecha.
