Víctor tenía 18 años cuando comenzó con dificultades para caminar, aunque algunos de sus planes se vieron postergados, no han cambiado sus ganas de hacer una vida como las que algunos llaman “normal”.
Lo difícil en su andar, descubrieron muchos meses después, fue consecuencia de la esclerosis múltiple, una enfermedad que padecen solo 15 mil personas en México, 550 de ellas habitan en Querétaro.
“Me diagnosticaron en febrero de 2008, venía presentando problemas para la marcha desde finales de 2007 y después de un largo tiempo en consultorios y hospitales, fue cuando lograron dar con el diagnóstico acertado porque al principio me decían que se trataba de un tumor cerebral, también que se podía tratar de un caso de lupus”.
Víctor tiene dos hermanas, una de 35 y otras de 39 años, vive con sus papás. Su familia lo ha apoyado en este mal poco conocido, que ataca al sistema nervioso y provoca algunas discapacidades.
El joven debe usar un bastón para mantenerse en pie, su gran enemigo son los escalones y en los días de calor “casi” nunca sale de casa; estos días previos al verano son los más difíciles para él.
“El mayor obstáculo con el que me he topado han sido las escaleras, bajar las escaleras es algo con lo que no puedo si no me estoy sujetando de algo, no calculo la distancia, es un problema al que me enfrenté en la Universidad, la falta de sensibilidad”, expresa.
En su adolescencia tenía una banda de rock, era el vocalista y cambió la música por los hospitales. Con la aceptación también regresaron las ganas por continuar su vida y estudió Derecho. Actualmente, cursa un diplomado para titularse en la Universidad Marista.