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A30 kilómetros de la ciudad de Querétaro, rodeado de invitados especiales y después de entregar en el Congreso local su primer informe de gobierno, Francisco Domínguez Servién pronunció en la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ) su mensaje ciudadano.
Lugar inédito para un informe, el mandatario llegó a las instalaciones acompañado de su esposa y de su hijo Francisco, poco después de las 13 horas.
Antes, desde las 10 horas, poco a poco iban llegando los invitados. Los trajes de diseñador y las corbatas finas de seda, se mezclaban con las camisas a cuadros, cinturones piteados, pantalones de mezclilla y botas vaqueras.
Poco a poco se dejaban ver las caras conocidas. Llegaban, entre otros, los gobernadores electos de Chihuahua, Aguascalientes y Quintana Roo, Javier Corral, Martín Orozco y Carlos Joaquín González, respectivamente; así como los ediles de Querétaro, Marcos Aguilar ; Corregidora, Mauricio Kuri; El Marqués, Mario Calzada; San Juan del Río, Guillermo Vega. También arribaba El jefe Diego Fernández de Cevallos, a quien los representantes de los medios de comunicación asediaron, y a quienes concedió sólo dos minutos.
Además, el senador panista Javier Lozano llegaba al lugar; así como arribaban algunos aviones al cercano AIQ, cuyas operaciones continuaban con normalidad, mientras a unos metros “aterrizaban” la clase política, empresarios y líderes sociales.
José Luis Aguilera Ortiz, líder de Movimiento Ciudadano y padre del actual secretario del Trabajo, José Luis Aguilera Rico, hacía su llegada con gesto adusto. El ex priísta dio su apoyo y el de su partido a la candidatura de Domínguez Servién, en el pasado proceso electoral.
También llegaba la comisionada política nacional del Partido del Trabajo (PT) en el estado, Gabriela Moreno Mayorga, y el líder estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Adolfo Camacho Esquivel, ex candidato al gobierno del estado, hace poco más de un año. Destacó la presencia de Maricruz Ocampo, activista feminista, quien en varias ocasiones cuestionó las decisiones panistas.
Todos los asistentes, sin importar filias y fobias, se saludaron de manera efusiva, pues lo importante son las formas y no el fondo.
Una figura llamó la atención de todos: Inés Sainz, quien portó un vestido verde con pronunciado escote. Su presencia causó los comentarios de mujeres y las miradas de reojo de los caballeros.
En la pantalla habilitada en el lobby de la UNAQ se podía observar la llegada de otros “invitados VIP”: Margarita Zavala, ex primera dama y aspirante a la candidatura panista a la presidencia de la República; Ricardo Anaya, líder nacional del PAN; Miguel Ángel Yúnes Linares, candidato electo al gobierno de Veracruz y de quien muchos dicen, de manera sardónica, que se ganó al tigre de la rifa.
El gobernador de Puebla, también presidenciable panista, Rafael Moreno Valle, evitó la aduana de los reporteros e ingresó por una puerta para invitados especiales.
Más allá, los pobladores de las comunidades que fueron invitados hacían fila para ingresar al recinto, luego de pasar por un pasillo en cuyop piso se pegaron calcomanías donde se leían los “obstáculos” que se encontró la administración panista cuando tomó el poder: déficit en presupuesto, falta de planeación, falta de coordinación y vinculación entre las secretarías, falta de mantenimiento, entre otras.
El gobernador inició su mensaje agradeciendo la presencia de los presentes, principalmente de sus compañeros de partido como Ricardo Anaya y Francisco Garrido, ex gobernador del PAN y a quien se le debe la creación de la UNAQ. También hizo una especial mención a los gobernadores presentes, unos electos y otros en funciones.
El gobernador de Querétaro hizo uso de la palabra y señaló que se respetaría Peña Colorada, además de destacar el “rescate” de la Alameda Hidalgo.
Faltaban pocos minutos para las 16 horas cuando los invitados comenzaron a abandonar el recinto. El hambre ya apremiaba.
Los estudiantes de la UNAQ que fueron convocados para ser anfitriones del evento, dejaron sus lugares y se reunieron en una carpa, para de ahí romper filas y dar por terminado un día que comenzó muy temprano y donde se vio reunida a la sociedad queretana.