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Al recibir el primer lugar del Concurso de Oratoria y Debate Público EL UNIVERSAL, José Luis Gallegos Quezada, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y residente del Distrito Federal, convocó a los asistentes a gritar la conocida expresión de los jóvenes pumas: ¡Goya, Universidad!.
El mejor orador de México, declarado así por los miembros del jurado calificador de este certamen, agradeció de forma emotiva brincando sobre el pódium y levantando su puño derecho.
Declaró estar muy emocionado por haber presentado su discurso en un inmueble histórico para la nación como es el Teatro de la República de Querétaro, donde fue discutida y concretada la Constitución de 1917 que aún rige a la nación.
Asimismo, se dijo honrado por ser premiado en el mismo lugar donde el ilustre orador Enrique Soto Izquierdo también fue merecedor del mismo premio en 1957.
El segundo lugar fue para Hyrbin Alí Ramírez Prado, quien con una gran sonrisa recibió de manos del Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz y del gobernador José Calzada Rovirosa su reconocimiento y su cheque.
Grecia Oliva Guerrero originaria de Durango, quien recibió el tercer lugar, se distinguió por su gran porte en el escenario y sobre todo su voz firme que retumbaba en el teatro. Al momento de recibir su reconocimiento gritó con gran entusiasmo y expresó su firme convicción de ser mexicana.
También destacó uno de los participantes que a pesar de no obtener los primeros lugares, corrió a los brazos de su esposa y su bebé, a quienes abrazó de manera emotiva y les agradeció por el gran apoyo que le brindaron durante toda su preparación y su participación en el certamen.
Fueron otorgadas dos menciones honoríficas a Karina Santellón Hernández, de Puebla, y a Fabián David Ríos Félix, de Tlaxcala.
Además, fue otorgada la primera edición de la medalla Félix Fulgencio Palavicini al orador Enrique Soto Izquierdo, quien fungió como presidente del jurado calificador del concurso y es considerado un ilustre mexicano en el mundo de la oratoria.
Soto Izquierdo fue ganador de este mismo concurso en 1957, además ha sido reconocido a nivel internacional por esa disciplina.
Los cinco finalistas recibieron una computadora portátil de última generación y a los 10 seleccionados de la fase semifinal se les regaló un viaje a Cancún por cuatro días y tres noches.
Al término del evento, el gobernador Calzada y el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz disfrutaron de una cena en el templo de Santa Rosa de Viterbo. El evento fue amenizado por música regional y bailables mexicanos.
