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La grieta en prolongación Constituyentes fue consecuencia de una corriente de agua subterránea que se formó en los primeros días de septiembre, la corriente ya existía cuando la administración estatal anterior realizó obras de intervención en la zona, pero no advirtió esta condición, explicó Fernando González Salinas, coordinador general de la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI).
“La corriente está más abajo que la estructura que se trabajó en su momento, es una corriente que va en sentido transversal del sentido a la calle, y su forma en la que está llegando el agua es al vaso regulador que tenemos ahí, que es la Cuesta China 1”.
Dijo que los escurrimientos podrían descartar un error humano, aunque están en el análisis de los resultados de los estudios técnicos que realizó la propia dependencia, así como el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Querétaro.
“Está descartado que haya sido por la obra, ya tenemos la certeza, teníamos expectativas fundadas en esos estudios de que teníamos una corriente subterránea que había hecho un estrago, y ya lo tenemos confirmado”.
En la administración estatal anterior se amplió la prolongación, fue una obra que se entregó en septiembre de 2014, y pasó de siete a 27 metros de ancho, en 1.2 kilómetros de longitud, con una inversión de 95 millones de pesos.
El 4 de septiembre pasado se dio cuenta del hundimiento en la vialidad que ponía en riesgo a los automovilistas, por lo que fue intervenida para ser reparada, al tiempo que se ordenó un estudio para deslindar responsabilidades.
Las investigaciones que pidió el gobernador Francisco Domínguez eran para determinar si existió alguna negligencia en la integración del proyecto de la ampliación de Constituyentes; sin embargo, se advirtió que era difícil para los constructores darse cuenta del escurrimiento que fue causa de la grieta.
Se estima que antes de terminar este mes quedé completa la rehabilitación. Actualmente se trabaja en la banqueta y la ciclovía.
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