“Hay que apostarle al periodismo social”, dijo el director editorial de EL UNIVERSAL Querétaro, José Antonio Gurrea, durante una charla organizada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro, campus San Juan del Río, a propósito de su más reciente libro “Otredad. Crónicas y reportajes periodísticos”.
Frente a estudiantes de la carrera de Comunicación y Periodismo, Gurrea habló sobre la importancia de incentivar la crónica y la investigación periodística en las editoriales, cada vez más abocadas a las notas informativas.
“Los periódicos están llenos de notas que no dicen nada y que sólo sirven, al otro día, para limpiar los vidrios y envolver papayas”, aseveró el periodista, quien en su libro presenta una recopilación de 16 crónicas escritas desde 2014, para El Financiero, EL UNIVERSAL y EL UNIVERSAL Querétaro, donde aborda temas como la migración, el feminicidio, la pobreza extrema y el narcotráfico.
De acuerdo con el autor, muchos medios anteponen la cantidad sobre la calidad, por lo que a los profesionales se les exige una cuota de notas diarias que va en detrimento de la información.
“La cuota de notas es algo antiperiodístico (….) Hay que privilegiar la calidad sobre la cantidad, así como generar un departamento especial de periodismo de investigación (…) ”, señaló el ganador del Premio Alemán Walter Reuter 2008 y del Premio Nacional de Comunicación Pages Llergo 2017, quien recordó un proyecto realizado en EL UNIVERSAL México, cuando encabezaba como editor la sección Estados. Inicialmente, el departamento de Periodismo de Datos se dio a la tarea durante un año, de generar un mapa donde se dimensionara geográficamente el problema de las desapariciones en México. “De pronto ya tenían un gran mapa con el número de desaparecido s por estado, pero faltaba algo; así que en Estados les propusimos hacer una historia por cada entidad”, comparte Gurrea sobre el especial “Desaparecidos”, el cual se hizo acreedor al premio Ortega y Gasset en 2016, como la mejor cobertura multimedia.
“Yo estoy convencido de una cosa: meter datos duros sin historias es algo muy frío. La labor del periodista es darle voz y ponerle rostro a las víctimas”, aseguró el periodista, quien lamentó que cada vez se apueste más por la “declaracionitis”.
Luego de compartir su experiencia en la escritura de crónicas como “Guadalupe. El pueblo que se quedó sin habitantes”, “A mi hija me la entregaron en pedacitos”, “Acapulco tiene miedo” y “Mitontic. La vida como en África”, entre otras, Gurrea invitó a los estudiantes a realizar una aproximación al periodismo social, precisamente para visibilizar la vida de “los otros”, de los desposeídos.
Como ejemplo de lo que se puede lograr con el periodismo social recordó que luego del reportaje que escribió sobre Mitontic, uno de los municipios más pobres de Chiapas, estudiantes del Tec de Monterrey le llamaron para pedirle las coordenadas del lugar. "Estos chavos, durante tres años, en verano, llevaron brigadas médicas a Mitontic, esos son los alcances y los frutos del periodismo social", relató Gurrea con satisfacción.
Finalmente, aconsejó al auditorio acercarse al trabajo periodístico de gente como Martin Caparros, José Joaquín Blanco, Carlos Monsiváis, Truman Capote, Emmanuel Carrere y Gay Talese, entre otros grandes de la crónica, así como a la poesía “para perfeccionar la frase corta, esencial en la escritura periodística".
La charla fue organizada por el director del semanario universitario Tribuna de Querétaro y también colaborador de EL UNIVERSAL Querétaro, Víctor López Jaramillo, en el marco de la Semana de la Comunicación promovida por el campus San Juan del Río de la UAQ.