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El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Estado de Querétaro (AETEQ), Ricardo Veraza, aseguró que la condonación del pago de licencia de funcionamiento sólo beneficia a los pequeños y micronegocios, no a los grandes o medianos considerados de riesgo.
Comentó que esta situación afecta a cerca de 4 mil 500 comerciantes. “Todavía hay áreas que no han entendido bien la política del presidente y del contador Ávila de puertas abiertas”, exteriorizó.
Veraza Peñalosa destacó que hay dependencias municipales que aún no tienen las puertas abiertas, y aseveró que la política que trata de aplicar el alcalde Roberto Loyola es muy buena, ya que abre el diálogo y beneficia a los pequeños comerciantes. Sin embargo, dijo, para los grandes negocios o con aforo de más de 150 personas a diario, los trámites siguen siendo engorrosos.
“Muy bien por el licenciado Loyola, porque está haciendo algo por la micro y pequeña empresas. Pero nosotros no nos vemos beneficiados porque somos negocios de alto riesgo. Bien por el secretario de Finanzas, porque nos ha abierto las puertas, ha habido diálogo. Pero mal por Desarrollo Urbano, que volvieron a pedir la factibilidad de giro, que sólo se la piden a los negocios de alto riesgo”, destacó Veraza.
Comentó que los negocios considerados de “alto riesgo” son lugares que tienen licencia para vender alcohol, ya sea restaurantes, bares, antros, casinos, o aquellos que tienen un aforo de más de 150 personas a diario, como las universidades.
Veraza mencionó que aunque el alcalde Roberto Loyola ha dicho ser un hombre que respeta la ley, debe recordar que en la normativa y reglamentación no es obligatorio solicitar la renovación de factibilidad de giro para poder regularizar un negocio.
Estas anomalías en el papeleo, dijo, son llevadas a cabo por el director de Desarrollo Urbano, Enrique Martínez, de quien dijo: “No se ha puesto la camiseta de la nueva administración”.
A decir del representante de la AETEQ, Enrique Martínez es un trabajador que ha mantenido la política de gobierno de la anterior administración, al tener cerca de tres años en el cargo, y es un funcionario público que “es cerrado, cuadrado (…) nos dice ‘regularícense’, nos regularizamos, pero nos pide la factibilidad de giro”.
De acuerdo con la normativa, este trámite tiene un costo de 147 pesos para los empresarios.
Para poder obtener la factibilidad de giro es necesario contar con un dictamen ambiental: trampas de grasa, trampas de sólido, que se tenga un lugar idóneo para la recolección y posterior depósito de la basura.
Además, se les solicita que cuenten con lugar para estacionamiento que cuente con el cambio de uso, y haber pagado permisos y licencias correspondientes. En total, una renovación de licencia —por todos los requisitos que se tienen que cumplir— llegaría a costarle a un empresario alrededor de 15 mil pesos.
Piden “sensibilidad”
Veraza comentó que en las demás dependencias del gobierno municipal hace falta una apertura al diálogo y sensibilidad para poder tratar con los empresarios, ya que, asegura, a menudo los “satanizan”.
“Nos satanizan porque cerramos tarde, nos satanizan que por el alcoholismo, nos satanizan que porque no tenemos estacionamientos, nos satanizan que porque los vecinos están molestos, pero a veces hay negocios que fueron constituidos antes de la ley, del plan estatal y municipal de desarrollo”.
En general, Veraza Peñalosa informó que se habla de 4 mil 500 negocios que son considerados de alto riesgo en la capital queretana, en su mayoría ubicados en el primer cuadro de la ciudad.