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Ana Elizabeth Bocanegra Hernández, policía que resultó con quemaduras en 30% de su cuerpo, fue dada de alta del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Indios Verdes para retornar a su hogar en San Juan del Río, donde continuará el tratamiento para su completa recuperación.
La oficial de policía permaneció en la clínica desde el 26 de enero, fecha en que sufrió las quemaduras cuando explotaran cuatro pipas de gas en un predio del Barrio de La Cruz y donde también se encontró una toma clandestina.
Aunque se valoraron trasladar a la oficial a un hospital especializado de Galveston, Texas, al momento se encuentra en su hogar, luego de que los médicos autorizaron su alta.
Ha sido la propia Elizabeth Bocanegra y sus familiares quienes, en redes sociales, confirmaron que su estado de salud es estable.
Aunque ya se encuentra en casa, no puede salir ni recibir visitas ante el riesgo de contraer alguna infección en la piel, aún sensible por las quemaduras.
“Compañeros y compañeras, ya me encuentro en mi casa, por orden del doctor tengo que estar sin visitas, esperar a que mis heridas disminuyan, ya que mi piel es muy sensible y cualquier infección que contraiga me produciría una reacción, yo les aviso cuando el doctor me diga que pueden visitarme”, difundió.
Fue en la madrugada del 26 de enero cuando la policía, junto con otros cuatro bomberos. resultó con quemaduras tras la explosión de las pipas. Los integrantes del Cuerpo de Bomberos Arat Feregrino, Víctor Ruiz, Alberto Swindall y Marcos Santiago fueron los afectados.
Marcos Santiago fue sometido a cirugías en el hospital del IMSS de la ciudad de Querétaro; la oficial de policía permaneció en coma por varios días luego de afecciones pulmonares sufridas por el incidente.
Las autoridades municipales y estatales garantizaron cubrir los gastos médicos de los bomberos y de la oficial, así como los tratamientos necesarios para su recuperación completa.
Luego del accidente, la oficial fue trasladada a una clínica en San Juan del Río, pero horas después fue llevada a un hospital de la ciudad de Querétaro, debido a que su estado de salud era grave, ya que estaba en coma y presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en más del 22% de su cuerpo.
Sin embargo, los médicos determinaron el traslado al hospital de Indios Verdes en la Ciudad de México para que fuera atendida por especialistas, en donde estuvo hospitalizada por 28 días, con una evolución favorable.