La ciclovía ubicada en avenida Universidad lució concurrida por decenas de ciclistas que se dieron cita ayer por la mañana para realizar la rodada inaugural encabezada por el edil de Querétaro, Marcos Aguilar Vega, quien también pedaleó los 27.6 kilómetros de esta infraestructura para llegar hasta la colonia Hércules.
El presidente municipal recordó que dicha infraestructura, la cual llega hasta Santa María Magdalena, significó una inversión de 120 millones de pesos, pero dará beneficio a cientos de personas de forma diaria, además de formar parte de un proyecto de ciudad.
“Qrobici cuenta con más de dos mil 500 usuarios activos y con más de nueve mil personas registradas en proceso de inscripción, esto ha permitido que en tan sólo 25 días, ya se hayan efectuado más de 18 mil 500 viajes, con un promedio de más de 700 viajes al día, una cifra extraordinaria que aumenta todos los días”, detalló Aguilar Vega ante las agrupaciones de ciclistas presentes en el evento.
Esta obra vial, la cual fue nombrada por el edil como Ciqrovía, y que recorrieron en aproximadamente 30 minutos miembros de agrupaciones ciclistas con orejas de elfo, bicicletas con sonido y un oso de peluche sujeto en una cajuela improvisada soportada en la parte trasera; está compuesta por 50.5 kilómetros de rutas y circuitos ciclistas de carácter barrial conectados a 73 colonias y 79 mil habitantes.
A lo largo de los más de 27 kilómetros, sobre todo en avenida Universidad, donde ya están en uso los semáforos para este medio de transporte, las personas tenían que esperar por alrededor de 90 segundos para continuar su ruta.
Cuando llegaron al cruce de Universidad con Bernardo Quintana no doblaron a la derecha, sino que ingresaron por la colonia Calesa, donde estaba marcada con líneas blancas una ciclovía improvisada que dirigía hasta la entrada a Hércules, donde continua la ciqrovía.
El punto final fue la antigua fábrica de Hércules, donde a cada una de las personas que habían concluido en viaje, se les otorgaba un cilindro para agua, así como un ticket en el cual se ofrecía un pequeño snack que incluía una rebanada de pizza, un vaso de cerveza, agua, fruta y nieve.
Uno de los grandes salones se volvió por un momento un lugar de tertulia y descanso después del trayecto recorrido por niños, jóvenes, padres de familia con su bebé atrás, e incluso para los amigos de cuatro patas.
Los participantes después de un rato de relajación poco a poco iban vaciando el lugar.
“De ahora en adelante, gracias a Qrobici y a las ciclovías, todos en Querétaro podemos visitar el centro Histórico, ir a la escuela, visitar a los amigos y familiares y acudir al trabajo en bicicleta de una forma segura, económica y eficiente”, destacó el edil.