De acuerdo con información proporcionada por la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE), se ha incrementado 10% las llamadas de extorsión en las últimas fechas en la ciudad.

Se destaca que la mayoría de éstas provienen de estados del norte del país y con ellas algunas personas buscan ganar dinero fácilmente espantando a la población.

En enero y febrero se presentaron 170 reportes a los sistemas de Voz de Participación Ciudadana, por medio del portal web de la institución, vía telefónica o correo electrónico. Al mismo tiempo se tienen registradas cinco averiguaciones previas iniciadas por el Ministerio Público, derivadas de denuncia formal.

El aumento en las llamadas de extorsión es 10% superior en comparación con las presentadas durante 2012. De acuerdo con la PGJE del estado estos delincuentes tratan de amedrentar a sus víctimas obligándolas a entregar cantidades fuertes de dinero.

Caso

Pablo Barrera trabajaba cuando al celular le ingresó una llamada de un número que iniciaba con la clave 622 (Hermosillo, Sonora), donde una voz masculina le indicaba que tenían secuestrado a su hijo, mientras al fondo se podía escuchar la voz de quien parecía un joven quien suplicaba por ayuda.

“Tenemos a su hijo, tiene 30 minutos para entregarnos 65 mil pesos o lo matamos, no intente rastrear la llamada o dar aviso a la policía. No nos interesa si tiene o no tiene dinero, nosotros requerimos esa cantidad para evitar quitarle la vida al muchacho, sabemos que maneja una camioneta y si no recibimos el dinero en 30 minutos lo matamos, ¿entendió?” fue lo que indicaron los delincuentes.

De inmediato comenzó a realizar llamadas a los teléfonos de sus familiares para tratar de localizar a su hijo.

De acuerdo con el relato del padre, su hijo de 21 años se encontraba al interior de la escuela en la que estudia la carrera de Ingeniería, pero al estar en clase no podía contestar el celular, en vista que los profesores tienen una regla de no permitir que los alumnos respondan el teléfono.

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