A través de su palabra dominical, el Obispo de Queretaro, Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, exhorto a los católicos a no rezar diariamente para sentirse aliviados ante adiós y superiores ante los demás, sino a orar cuando se necesite y presentarse ante él con humildad.
Hizo referencia a lo suscitado en el tiempo de Jesús, cuando dos hombres, un fariseo y un publicano, oraron ante el templo, el primero de ellos, dando gracias por no ser como los demás hombres; mientras que el segundo, solo se limitó a pedir piedad por ser un pecador.
Dijo, que ambos se concentraron en el templo; sin embargo, el fariseo realizó su plegaria de pie, que aunque parecía de agradecimiento, era un autoalabanza, con una autocomplacencia se le notaba en el rostro.
En cambio el publicano, quien en su vida tenía notas negativas, su oración fue breve y simple, y reconociéndose como pecador, deseando enmendar su vida pero consiente de que solo no podía, y por eso apeló a la ayuda de Dios a quien clama con humildad “Ten compasión de este pecador”.