Vecinos y comerciantes del andador Jesús García, ubicado en el Centro Histórico de la capital de Querétaro, piden más seguridad y limpieza, ya que aseguran que este lugar se ha convertido en un gran sanitario.

El andador está situado entre la avenida Zaragoza y la calle Josefa Vergara, frente a La Alameda, y pese a que se encuentra en una de las zonas de mayor afluencia de la capital, este callejón, de menos de dos metros de ancho, tiene una imagen insalubre que contraste con la imagen colonial del centro.

Se ha convertido en un foco de infección para vecinos y transeúntes, a causa de los desechos fecales que, sin pudor alguno, gente en general deposita en este sitio.

Vándalos, indigentes, madres de familia con niños pequeños y personas en estado de ebriedad, son quienes suelen incurrir en esta falta.

“Se le solicitó a las autoridades que haya más seguridad y sobre todo más trabajos de limpieza, porque la gente utiliza el andador como sanitario. Las personas saben que no hay vigilancia y lo aprovechan para venir a hacer sus necesidades”, enfatizó Alfredo, locatario de productos nutricionales.

El comerciante asegura que esta situación ha afectado sus ventas, ya que sus clientes no quieren venir a su establecimiento por las condiciones en que el andador se encuentra. “La gente ya no pasa a mi negocio, llegan a la esquina, se dan cuenta del olor y ya ni pasan, mejor se van”, refirió el quejoso.

Alfredo mencionó que diariamente compra un litro de aromatizante, para lavar su banqueta y contrarrestar los olores fétidos.

También comentó que los vecinos han querido poner una reja para tener el acceso más controlado, además de pedir cámaras de vigilancia, pero asegura que no ha tenido respuesta.

El comerciante contabiliza que son 50 personas las que al día usan el andador como baño público. “A muchos ya hasta los ubico, vienen a la luz del día y no es extraños verlos”.

“A la gente ya ni pena le da, no les interesa. Las madres de familia, que vienen a dejar a sus hijos a las escuelas que hay por aquí, pasan y traen a sus niños a que hagan del baño, yo les he llamado la atención pero se enojan. Igualmente pasa con algunos locatarios de La Alameda”, dijo el comerciante.

Aunque asegura que sí hay seguridad, afirma que no es continua, ya que rara vez van elementos de la policía municipal a hacer rondines y cuando van “detiene por un momento a personas que pasan con sus tabaquitos de mariguana, los revisan y los dejan ir, no hay una multa ni nada”, aseguró.

Hace falta vigilancia para tener mayor seguridad, la gente se orina mucho, dice Alfredo, quien también ha encontrado carteras tiradas alrededor del bote de basura, “me imaginó que es gente que las robó a alguien y ya nada más vienen a tirarla, lo he visto muchas veces en los tres meses que llevo aquí”, testificó el comerciante.

Por otra parte, Alejando Anguiano Jiménez, encargado de un estacionamiento de la zona que se encuentra cerca del andador, concuerda con los vecinos y dice que hace falta vigilancia para tener mayor seguridad; asevera que si hubiera una guardia permanente esto no pasaría.

Alejando lleva seis años trabajando en este lugar y desde entonces este problema ha existido.

“Nosotros le echamos chorritos de agua para que no huelan feo”, atestiguó el irritado administrador del estacionamiento.

Otro problema que se suscita en este lugar es la presencia de “vándalos”, quienes se sientan en los escalones de las casas o se acuestan en las banquetas, por lo que a decir de los disgustados, dan una mala imagen a la calle.

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