En el Centro Histórico de la capital de Querétaro hay un sitio donde su principal exhibición son las efigies de ángeles, aunque también venden tarjetas, cuadros y demás artículos con imágenes angelicales.
María Claudia Ramírez Morales es la joven encargada de la tienda Ángeles de Amor, y asegura que trabajar en este lugar le ha hecho encontrar la espiritualidad en su persona, mantenerse cercana a las figuras le brinda un ambiente de paz y tranquilidad.
“Te haces más creyente en los ángeles. Ya sé cuál es el mío y ahora voy más a la iglesia”, asegura la joven de 19 años.
Para María Claudia trabajar en este sitio ha representado una transformación espiritual que le otorga ecuanimidad, y al respecto comenta que “la transformación me ha gustado, se siente padre, te haces más creyente en los ángeles”.
Aunque apenas ha cumplido tres meses de laborar en este trabajo, este tiempo se ha convertido en una brecha significativa entre ella y el acercamiento con los ángeles. Para ella este tiempo de labor se descifra en la evolución espiritual que ha vivido.
“Ahora me siento más limpia, más liviana, me imagino que es porque estoy aquí rodeada de ellos, ya los conozco un poquito más”, asegura la joven devota.
Señala que la compañía de las efigies influye en que en su entorno haya un ambiente afable en que la calma y la armonía han sido componentes primordiales, de un entorno “de tranquilidad y paz, es muy bonito”.
Antes de laborar en este lugar María Claudia desconocía aspectos circunstanciales que rodeaban a las figuras con las que convive diariamente; ahora se ha informado en materia angelical y de espiritualidad, y también ha aprendido a conocer profundamente a cada uno de ellos.
“Es muy padre porque conoces cosas que tú ni en cuenta. Como yo, que he aprendido mucho de los ángeles; antes ni me acercaba a la iglesia, pero ahora ya. Y me gusta estar aquí, me siento muy a gusto”, señaló la joven encargada de la tienda.