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Por necesidad, por compartir más tiempo con sus hijos y por tener tiempo libre para combinar el oficio de madre con su desarrollo personal y profesional, Patricia Monroy Mendoza o Paty, como le dicen de cariño, está inmersa desde hace seis años en la venta de productos por catálogo, un trabajo que, asegura, le da solvencia económica y satisfacciones al desarrollarse como una mujer empresaria.
Paty es originaria de la Ciudad de México, tiene 49 años de edad, con estudios de secretaria y contadora, área en la que se desarrolló hasta contraer matrimonio, sin embargo, a unos años de casarse tuvo que migrar a Monterrey por cuestiones de trabajo de su esposo, lugar donde se dedicó al hogar y a la crianza de sus tres hijos.
Sin embargo la vida, dice, desde hace 8 años la arrastró a Querétaro, donde debido a la necesidad económica y por la falta de empleo de su esposo, tuvo que buscar trabajo.
Durante los primeros dos años, buscó colocarse en algún empleo y logró un puesto de secretaria en un medio de comunicación impreso, sin embargo, la paga era mala, y aunque la recibía semanal no le alcanzaba para cubrir sus necesidades.
En ocasiones y a mitad de la semana tenía que pedir prestado para comprar la leche de sus hijos. La situación empeoró cuando su hija sufrió un accidente en la cabeza y requirió atención médica. Fue cuando le recomendaron que vendiera artículos por catálogo en las oficinas.
“No quise estar pidiendo permisos, para ir a la escuela por mis hijos, entonces decidí tomar esta opción de ventas por catálogo, se acopla a mis necesidades como mamá, lo que busco es más tiempo para mis hijos y trabajar”, comentó.
Paty comenta que no era su primer acercamiento con este tipo de trabajo, ya que su madre fue vendedora por catálogo más de 40 años, por lo que tenía noción de cómo se manejaban las comisiones, las jornadas de trabajo y que era una ayuda en la cuestión económica.
Primero comenzó vendiendo zapatos y ropa, luego en AVON, empresa donde duró dos años, ya que las ganancias que obtenía no eran suficientes. Después se hizo promotora de Better Ware, empresa a través de la cual logró amueblar casi toda su casa, por los puntos que obtenía por ser una excelente vendedora.
En esta empresa, llegó a ser gerente, sin embargo, debía cumplir un horario, cuando lo que buscaba era poder trabajar y convivir con sus hijos, por lo cual decidió salirse. Paty resalta: “Todo esto inicia como una necesidad económica, que si me hubiese quedado en la casa y pedirle a mi esposo, no hubiéramos salido, y necesitábamos comer, la vida sigue”.
Desde hace un año trabaja en la empresa Natura donde, asegura, encontró un trabajo que le permite atender a sus hijos, su casa, a su esposo y, sobre todo, desarrollarse como empresaria.
Con este tipo de trabajo, Paty obtiene ingresos de hasta 10 mil pesos cada tres meses, más los bonos que pueda recibir por los pedidos que ingresa y que han llegado a ser de hasta 4 mil pesos; así como los viajes que le han permitido conocer Los Cabos, por ejemplo.
“Aquí gano lo doble de lo que podía ganar en otras empresas, debes tener objetivos, hay muchas cosas que pueden detenerte, pero sí te da una solvencia, que en un futuro quisiera cambiar mi carro gracias a esto, tener una casa, porque rentamos, ayudo a la economía de mi esposo, tengo tres hijos, una de 23, 19 y 15 años, son gastos, y lo que he realizado por hacer ventas de catálogo sí nos ha ayudado a tener solvencia, tal vez no sobra el dinero, pero ha sido un gran apoyo el tener libertad económica, y también una superación personal”, refiere.
Asegura sentirse orgullosa de sus logros, y se ve como una persona que se conoce y ha descubierto su potencial para desarrollarse, superando barreras y siendo un ejemplo para sus hijos.
“Que me vean como una persona que ha tratado de salir adelante, que le ha dedicado tiempo a sus hijos, trabajando sólo cuando ellos están en la escuela y en sus actividades, darles solvencia económica, me gusta comer con ellos, recibirlos en las noches, y quiero dejar huella y que vean que hice algo.
“Me considero una mujer líder, voy creciendo día a día como mujer, como persona y sobre todo como empresaria, me gusta tener liderazgo y control en mi vida, con solvencia económica que me dé libertad, sin depender de mi esposo”, señala.
