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Tras darse a conocer que 265 fraccionamientos no han sido entregados al municipio de Querétaro por parte de desarrolladores, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), Mario Basurto Islas, indicó que se trabaja en conjunto con las autoridades para disminuir los tiempos de entrega-recepción, además de que se busca poder realizar entregas parciales para agilizar el proceso.
Afirmó que los desarrolladores son los más interesados en este tema pues, en tanto no se entreguen las construcciones a la autoridad, los gastos de pavimentación, reparaciones, mantenimiento de luminarias, alumbrados y la recolección de basura, entre otros aspectos, corren por cuenta de los fraccionadores, lo que representa un costo muy alto para los mismos.
“Es un tema complejo porque tenemos que ceñirnos a un código urbano que nos exige terminar cierta infraestructura, contar con servicios, y posteriormente hacer la entrega-recepción.
“Los fraccionamientos crecen, se habitan y las obras se van haciendo a la par, pero hasta que no esté toda la infraestructura terminada no podemos concluir la entrega a los municipios”, expuso.
Un aspecto que la Canadevi ha planteado a las autoridades consiste en acortar los tiempos de entrega-recepción y poder hacer entregas parciales, en donde a medida que los fraccionamientos avancen se puedan ir recibiendo secciones que cuenten con infraestructura básica.
“Tenemos que buscar una fórmula en la cual se pueda ir entregando conforme se van desarrollando los fraccionamientos. No podemos llegar al final a querer entregar todo; tenemos que ir avanzado poco a poco. Ahí el municipio ya podría entrar con los servicios de limpia, seguridad pública, alumbrado y demás”, dijo Basurto.
El empresario consideró que éste es el primer paso en el que se deben enfocar los esfuerzos para entregar poco a poco los fraccionamientos.
Por otro lado, señaló que es necesario reformar el Código Urbano, el cual tiene que ver no sólo con la entrega de fraccionamientos, sino con el desarrollo urbano en general.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Pedro Reyes Martínez, dijo el problema también se debe abordar en relación a las complicaciones que enfrentan los desarrolladores de vivienda antes de iniciar con la construcción, donde obtener una autorización puede tardar hasta 24 meses.
“La posición de la asociación es que existe una regulación inadecuada en el Código Urbano de Querétaro, que es el que regula los fraccionamientos. Las disposiciones de éste han sido superadas en varias materias”, sostuvo.
Reyes Martínez expuso que para un empresario el tener que esperar largos periodos antes de obtener una autorización implica poner en riesgo la inversión de su proyecto, pues financieramente no le conviene esperar para iniciar con las unidades habitacionales .
Destacó que, ante ello, muchas veces el propio fraccionador tiene que asumir el riesgo de iniciar con obras sin contar con la autorización correspondiente de las autoridades.
Por otro lado, planteó que los desarrolladores se enfrentan a problemas que tienen que ver con trámites y regulaciones ante la Comisión Estatal de Aguas (CEA), como lo es la obtención de la factibilidad.
“Consideramos que la infraestructura administrativa de la CEA está superada, y muchas veces no tienen la capacidad de revisar una por una las factibilidades que se les solicitan; por no revisarlas a detalle, hay fraccionamientos a los que se les pide infraestructura que no es necesaria otorgar”, aseguró.
La AMPI propone la creación de un sistema en el que se establezcan plazos para poder obtener licencias y factibilidades por parte de la CEA, además de que también apoya la entrega de preautorizaciones o prefactiilidades para que se pueda empezar a construir o fraccionar, de tal manera que en el proceso se puedan ir ventilando los requerimientos de la autoridad.
Por su parte, Ricardo Alegre Bojórquez, delegado del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), coincidió en que se debe revisar la legislación para buscar esquemas que faciliten la entrega de estos fraccionamientos, y se mostró a favor de que se puedan realizar entregas parciales, sobre todo en el caso de proyectos grandes.
“Para nosotros es importante que los fraccionamientos se encuentren en el mejor estado y que tengan plusvalía para que no haya un abandono por parte de los trabajadores. Socialmente hablando nos interesa que los trabajadores vivan en un lugar que cuente con todos los servicios”, sostuvo.