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Han transcurrido exactamente 30 días desde aquel martes negro que vivieron habitantes de la colonia Cerrito Colorado. Es justo en la esquina de la calle Choles e Innes, donde aún se pueden observar rastros de aquel día, cuando un accidente protagonizado por una pipa cargada con más de cinco mil litros de gas, de la empresa Gas Express Nieto, le arrancó la vida lentamente a tres personas, las cuales vivieron un calvario internadas por varios días en diferentes hospitales.
Es en este lugar donde, minutos antes de las 12 del mediodía del pasado 29 de julio, el fuego arrasó todo a su paso, incluyendo cuatro automóviles estacionados en el exterior de una clínica médica, donde hasta el día de hoy se distinguen en el piso las huellas de lo consumido por las llamas.
En la clínica “Luz de día” de este lugar, lonas en tono azul tapan los ventanales que entre algunos agujeros dejan ver como un par de trabajadores poco a poco realizan labores de limpieza y regeneración del lugar, mientras en el exterior, de lo más alto de la construcción, cuelga una lona con la inscripción: “Pacientes con consulta externa, serán atendidos a un costado de esta clínica”.
A lo largo de la calle, la gente que pasa observa con asombro los estragos que dejó aquel flamazo, y aunque son muy pocas las personas que pasan por el lugar, no pueden evitar ver con cierta reservación los alrededores, pues en las fachadas de los hogares cercanos y negocios aún se observan restos de lonas o trapos que fueron quemados por el intenso fuego y que permanecen como rezagos en toda la zona.
Para algunos vecinos cercanos es muy difícil tocar el tema, pues todavía dicen recordar lo sucedido, incluso al hablar del suceso muchos dicen volver a revivir el incidente y recordar las lamentables muertes que dejó este terrible siniestro.
De esta manera es como transcurre el tiempo en esta colonia de la zona norte de la capital del estado, donde de acuerdo con habitantes, siempre existirá el recuerdo de aquel martes en el que un descuido generó este accidente.