La habilitación neurológica ayuda a prevenir una discapacidad desde una edad temprana, en Cenene IAP ha cambiado más de 900 historias de vida, señaló directora operativa, Rocío Pérez Fonseca.

“Aquí los bebés nos llegan por canalización, ya tuvieron que haber pasado por una evaluación pediátrica, esto implica que les revisan lo que son sus reflejos; el perímetro cefálico, para descartar alguna hidrocefalia; el tono muscular; la parte de la tonalidad de la piel, que eso implica que no exista una ictericia o una hiperbilirrubinemia, que es un grado ya más severo —esto se refiere a que los bebés se comienzan a poner amarillos, inicia por los ojos y entre más partes de su cuerpo están más amarillas es más el grado de la hiperbilirrubinemia, si esta es muy severa llaga a ocasionar la muerte en los bebés”, comentó.

Pérez Fonseca apuntó que si el pediatra detecta algunos otros factores de riesgo, los bebés son canalizados algunas veces a instituciones como Cenene, donde les aplican una nueva revisión mucho más detallada enfocándose a lo que es más el desarrollo del niño.

“En esta evaluación se les hacen algunos ejercicios de la misma habilitación neurológica, los ejercicios que hacemos para detectar son los mismos que utilizamos para el tratamiento preventivo, todos estos ejercicios van enfocados a prevenir una discapacidad psicomotriz, cognitiva y demás”.

La directora operativa de Cenene IAP dio a conocer que la evaluación es muy estricta, ya que si es aplicada en niños que no la necesitan les generarían un problema severo de hiperactividad, sin embargo, los que son candidatos para entrar al tratamiento se les hace entrega de un programa de estimulación que deben de seguir puntualmente, ya que es muy fuerte.

“Este programa de estimulación consiste en ejercicios físicos para el bebé. Nosotros los detectamos, les damos el tratamiento, les damos seguimiento al bebé y también capacitamos a la familia, porque son terapias que se tienen que hacer cinco veces al día, cada terapia dura alrededor de 40 minutos o una hora”.

Comentó que esta estimulación consiste en atacar ese riesgo neurológico que está presente en el paciente las 24 horas del día. Aclaró que la estimulación no solamente es hacer la terapia física, sino que debe estar acompañada de la vía visual y auditiva para que cuando esos niños asistan a la escuela sean los que más ponen atención en sus clases.

“Estas terapias físicas implican mover al bebé, esto significa tener claro lo que es la habilitación neurológica a la rehabilitación”.

Pérez Fonseca también informó que la habilitación va a ayudar a algún órgano a hacer una función que no existe o que está adormecida. “Aquí ya estamos ayudando a su cerebro”, comentó que esto es la diferencia a la rehabilitación que se da en personas que presentan secuelas motoras fuertes.

“Con la habilitación nosotros logramos que el niño no llegue a la rehabilitación, que logre hacer por sí solo los movimientos comunes de su cuerpo”, explicó.

Finalizó invitando a los papás para que acudan con sus bebés a este tipo de estimulación que además tiene un costo, según una valoración mediante el estudio socioeconómico, y que a través de proyectos, donativos de diversas fundaciones y apoyos de las mismas familias, es como han logrado sustentar el proyecto de Cenene, el cual tiene como objetivo principal ayudar a quienes más lo necesitan.

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