Debido a que el número de casos de Hepatitis A, aumenta en los meses de noviembre y diciembre, la Secretaría de Salud, invita a la población a incrementar las medidas de prevención y control.
Que los niños enfermos reciban atención médica y permanezcan en casa, fomenten el lavado de manos y el consumo de alimentos seguros, agua hervida, clorada o purificada y lleven a cabo el saneamiento básico en la escuelas y en la localidad.
Asimismo, exhorta a los padres de familia y a los maestros a extremar precauciones, promocionar y aplicar medidas preventivas, estar atentos y vigilantes en caso de detectar en algún menor la presencia de síntomas o ante cualquier manifestación sospechosa, trasladarlo inmediatamente a la Unidad de Salud más cercana a su domicilio para su valoración, revisión, y en su caso, para la determinación del manejo y tratamiento médico a seguir, para su oportuna atención ya que es muy importante evitar la automedicación.
Las manifestaciones clínicas consisten en: fiebre aguda, color amarillo en piel y ojos (ictericia); pérdida del apetito, náuseas, diarrea y malestar general. En los niños pequeños y lactantes puede presentar síntomas mínimos, lo que dificulta el diagnóstico; en los niños hasta el 80-90 por ciento pueden estar infectados, pero no presentar síntomas, sin embargo, si eliminan el virus y por lo tanto transmiten la enfermedad, hay una forma grave llamada Hepatitis A fulminante, que aunque es rara, en la mayoría de los casos puede llegar a requerir trasplante hepático.
La Hepatitis del Tipo A, es una infección aguda de origen viral que afecta el hígado, es producida por un virus del mismo nombre (virus de Hepatitis A); se elimina en el excremento de las personas contagiadas, por lo que la transmisión se genera de persona a persona por vía fecal-oral, siendo las manos contaminadas la principal vía, seguida del consumo de agua y alimentos contaminados con materia fecal de una persona infectada.
El virus tiene un período de incubación de, en promedio, de28 a30 días (intervalo de15 a50 días), después del cual, el virus se empieza a eliminar por el excremento, por lo que el periodo de contagio comienza alrededor de una a dos semanas antes de la aparición de los síntomas y dura hasta el momento en que desaparece la ictericia (una a dos semanas después del inicio de la enfermedad), por lo que una deficiente higiene familiar o en la comunidad, permite que el virus sobreviva en el medio ambiente.