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A través de su palabra dominical, el Obispo de Querétaro, Monseñor Faustino Armendáriz Jiménez, exhortó a los católicos a no rezar diariamente para sentirse aliviados ante Dios y superiores ante los demás, sino a orar cuando se necesite y presentarse ante él con humildad.
Hizo referencia a lo suscitado en el tiempo de Jesús, cuando dos hombres, un fariseo y un publicano, oraron ante el templo, el primero de ellos dando gracias por no ser como los demás hombres; mientras que el segundo, sólo se limitó a pedir piedad por ser un pecador.
“El evangelio nos presenta dos modelos de oración, la primera superficial y errónea y la segunda, profunda, llena de frutos y teniendo como base una actitud de humildad, en ambos la plegaria que hacen refleja la vida que llevan”, comentó el Obispo.
Explicó que el primer hombre, el fariseo, con su rezo creyó satisfacer las exigencias de Dios. Sin embargo, dijo, Jesús desautoriza aquellas oraciones de quien se siente bien, porque desconoce cómo se siente Dios.
“Jesús quería que sus discípulos oraran siempre y sin desfallecer, pero les advirtió que no deberían creerse mejores que los demás, solo porque rezaban más a menudo”, reiteró el grey de la iglesia queretana.
En ese sentido, comentó que Dios no aprueba a los que humillan o subestiman a los demás, ya que quien no aprecia al prójimo, no contará con la aprobación del Señor, dijo.
“No puede amar al padre quien desprecie a los hijos, creo que lo que nos enseña Jesús es a que en la oración deberíamos recordarle a Dios, no lo que hemos hecho, sino lo que nos hace falta aún por hacer. Dios sabe quiénes somos”, resaltó. Exhortó a los queretanos católicos a que si quieren vivir en paz, deben decirle a Dios que no son dignos de él.