A 10 años del llamado “crimen de la BMW negra” sigue la investigación abierta, de acuerdo con el titular de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) en el estado de Querétaro, Arsenio Durán Becerra.
Afirmó que continuarán con las diligencias, en tanto no se tenga un resultado favorable, aunque no hay nuevos indicios o líneas de investigación del hecho.
“La policía de la Dirección de Investigación del Delito siguen haciendo las investigaciones que son humanamente posibles, para lograr el esclarecimiento de estos hechos que efectivamente ya tienen una cantidad importante de tiempo, pero es un asunto que tenemos que seguir trabajando hasta que no se tenga un hallazgo, un resultado favorable”, dijo.
La madrugada del 27 de noviembre de 2004, Marco Antonio Hernández Galván, Miguel Rivera Alcántara y dos amigos más, iban a bordo de un Tsuru color blanco; los dos primeros fueron agredidos por quien abordaba una camioneta BMW X-5 negra.
Miguel fue encañonado y golpeado, mientras que a Marco Antonio “Kikín” le dispararon; las heridas provocaron su muerte mientras recibía atención hospitalaria.
De acuerdo con la recopilación de los hechos, realizada por varios medios basadas en lo dicho por los testigos y por la autoridad ministerial de ese año, se relata que el asesinato se registró en Avenida Pasteur, a unos metros de la intersección con la autopista 57.