Por lo menos un par se sujetos participaron en un robo registrado en la caseta del libramiento Sur-poniente, que conecta a la carretera a Tlacote con la de Celaya cuota, en dirección a Querétaro, hasta el momento se desconoce el monto de lo robado. Según datos recabados, el robo se habría llevado a cabo cerca de las 10 de la noche, cuando el personal de la oficina instalada para dicha caseta de peaje, salió para realizar cortes de caja a los cobradores, sin embargo, en el lugar del que salieron quedó efectivo producto de cortes realizados horas antes. Al regreso del personal, varios minutos después, estos se percataron de que en la oficina faltaba una fuerte cantidad de dinero en efectivo, por lo que de inmediato dieron parte a las autoridades correspondientes para que tomaran conocimiento de los hechos. Policías Federal acudieron al lugar y montaron un operativo para “peinar la zona” y dar con los presuntos responsables, acciones a las que se sumaron efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), e incluso, según se informó, del ejército. Durante los recorridos por la zona fueron revisadas algunas unidades vehiculares que parecían sospechosas y personas, sin embargo, al contar con pocos elementos que dieran indicios de los responsables del atraco, estos no pudieron ser localizados. Posteriormente, personal de CAPUFE se presentó a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado, en donde se levantó la querella correspondiente por el delito de robo, sin embargo, el monto exacto del botín no era conocido hasta el cierre de esta edición y se espera que sea cuantificado en las próximas horas. Fue cerca de la medio noche, que personal de la Dirección de Investigación del Delito (DID), de la PGJ, acudieron al escenario del robo para recabar cualquier indicio que ayude a dar con los delincuentes, que al parecer, ingresaron removiendo unas secciones del techo. Además, no se descarta que algún trabajador del lugar pudiera estar involucrado en el robo, toda vez que todo parece indicar que los malhechores conocían a la perfección el itinerario del personal que ahí labora, así como el lugar en donde el efectivo es colocado.