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El nuncio apostólico Christophe Pierre, embajador de la Santa Sede en México, recorrió la Misión Franciscana de Concá, en Arroyo Seco, durante una visita pastoral en el marco de los 300 años del natalicio de fray Junípero Serra, ahí fue recibido por el presidente municipal Élfego Torres Balderas y su esposa, Gregoria Mendoza.
Christophe Pierre nació el 30 de enero de 1945 en Rennes (Ille y Vilaine, Francia), es un arzobispo católico francés y nuncio apostólico en México desde el 2007.
En ese sentido —y en la homilía— el nuncio apostólico Christophe Pierre mencionó que mediante un acercamiento a Dios podrá terminarse la violencia. “No solamente por la falta de policía, la inseguridad viene por la falta de raíces”, dijo, además de invitar a los creyentes a continuar por la senda del Señor y más en estos tiempos, enfatizó.
Destacó la importancia de continuar por el sendero del bien siempre con la fe puesta en que Dios es el camino, la verdad y la vida. El representante del Váticano en México se reunió con los integrantes de las parroquias de la Sierra Gorda, donde se habló del plan doicesano que encabeza el obispo Faustino Armendáriz, y donde le exhortó a trabajar por una Iglesia unida y con humildad en el servicio, además de visitar lugares turísticos y principalmente la Misión Franciscana, ubicada en la delegación de Concá, Arroyo Seco.
Acudieron religiosos internacionales, nacionales y del estado, además de autoridades arroyosequensenses y de la región serrana de Querétaro; esta visita se debió a una gira por todas las edificaciones barrocas, resaltando que en cada misión, el nuncio fue informado con detalle acerca de la construcción e historia de las mismas; asimismo durante toda la gira estuvo acompañado del obispo queretano, Faustino Armendáriz Jiménez.
Ambiente festivo
Christophe Pierre fue despedido entre cantos de hupango y los trovadores serranos le dedicaron algunas coplas y versos, asimismo la gente portó globos blancos y azules, que representan los colores oficiales del Vaticano, además el confeti corrió por todos lados, mostrando un ambiente de festividad y alegría, hecho que marcó uno de los momentos importantes de la historia reciente de la Sierra Gorda queretana.
El nunció apostólico del Vaticano en el país se despidio de los serranos con alegría y sorprendido de la gran riqueza cultural, así como de sus costumbres y tradiciones, pero sobre todo de la gran fe que todavía existen en estos lugares. El diplomático dejó territorio mexicano, abordando el helicóptero que lo esperó por dos días en Jalpan de Serra, y no faltaron paisanos que sacaron sus espejitos para despedirlo con emotividad.