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Las bolsas de basura se apilan en las calles, frente a las casas de los vecinos que esperan confiados en que el camión recolector pase por ellas; pero desde el viernes pasado se acumulan en las vialidades de La Pradera. Los vecinos dicen que desde el plebiscito que se hizo en El Marqués para saber si la población estaba de acuerdo en la concesión del servicio de limpia —propuesta que fue rechazada— el servicio se hizo más irregular e inconstante.
Todas las mañanas los vecinos del fraccionamiento sacaban sus bolsas con basura a la calle, para que el camión recolector se la llevara. Al menos hasta hace poco de ocho meses así era, pero de ese tiempo a la fecha el servicio de limpia presenta deficiencias.
Rosa Silva, vecina de La Pradera, dice que su hija tiene una casa en el fraccionamiento desde hace ocho o nueve años, y apunta que la recolección de basura siempre fue constante en todo ese tiempo, pero desde hace meses atrás comenzaron las deficiencias.
Explica que la basura debió de pasar el lunes pasado, pues el último día que pasó el camión fue el viernes pasado.
Rosa señala que después del plebiscito en El Marqués, en octubre pasado, el servicio presentó más fallas. “De ahí fue cuando fue cuando dejaron de venir. No vinieron cuatro días por la basura. Fui [en ese entonces] a las oficinas municipales y les pregunté qué pasaba con la basura, pues qué casualidad que cuando no se había aceptado concesionar el servicio en el plebiscito, dejó de venir la basura. Me dieron un número del municipio y me dijeron que no pensara mal, sino que nada más había un solo camión y todos estaban descompuestos. Qué casualidad que ahora se descompusieron todos y nada más hay uno”, explica.
Agrega, en tono irónico, que entre todos los vecinos se pondrán de acuerdo para alquilar un camión y llevarle toda la basura a la presidencia municipal, “a ver sí así entienden, porque nosotros estamos con el montón de basura”.
Asevera que esta situación se complica porque los perros callejeros rompen las bolsas de basura y la riegan por la calle, generando además focos de infección, que se suma al mal aspecto del fraccionamiento.
Dice que en días pasados vieron un camión recolector de basura, pero no se lleva todas las bolsas.
Por su parte, los comerciantes de La Pradera también se ven afectados, pues frente a sus locales se acumula la basura, que además del mal aspecto, comienza a generar malos olores.
El encargado de un minisúper, menciona que ya se ha hablado con las autoridades municipales, pero la respuesta que reciben es que no hay unidades recolectoras suficientes para brindar el servicio.
Comenta, al igual que Rosa, que desde pasado el plebiscito para concesionar el servicio de limpia y recolección de basura, los camiones no pasan a diario, ni cumplen con su trabajo de manera eficiente.
En tanto, en un tortillería, los encargados dijeron que la última vez que pasó el camión a recoger la basura fue el viernes pasado, pero el servicio ya lleva varios meses siendo inconstante, lo que perjudica en entorno, pues se genera mucha contaminación.
En septiembre pasado la Secretaría de Servicios Públicos Municipales informó que debido a que seis unidades de recolección de basura estaban en mantenimiento, se tendría un retraso en la colecta de residuos.
El secretario de Servicios Públicos Municipales, Mario Olvera, anticipó, en aquel entonces, que este retraso sólo sería por horas, por lo que no se dejaría de dar al servicio en el municipio.
En mayo pasado, el alcalde Mario Calzada Mercado informó que llevaría a cabo un plebiscito para conocer la opinión de la población respecto a la concesión de la recolección de basura en el municipio.
Dijo que concesionando el servicio habrían ahorros anuales por seis millones de pesos, equivalentes a la construcción de nueve aulas escolares o seis arcotechos o la construcción de una unidad deportiva con canchas de usos múltiples, cancha de futbol, juegos y gimnasio al aire libre cada año El plebiscito se realizó el 16 de octubre. En el ejercicio, la mayoría de la población dijo “no” a la concesión de basura.
Meses antes, en el municipio capitalino, el alcalde Marcos Aguilar concesionó el servicio de limpia a una empresa privada.