A pesar de que unas horas antes de comenzar el encuentro entre las Chivas de Guadalajara y Gallos Blancos de Querétaro, en el estadio Omnilife, ya se conocía que las posibilidades de que el club queretano permaneciera en la Primera División de la liga del futbol mexicana eran nulas, decenas de aficionados albiazules se dieron cita en la Alameda Central, para apoyar a su equipo.

Ahí en el parque, el gobierno municipal concedió a los queretanos, con motivo del encuentro de futbol y del Día del Niño, una pantalla gigante para poder ver el juego en el que los Gallos se jugarían su permanencia en la liga, de no haber empatado el club Puebla con el Atlas, apenas un par de horas antes.

Eso no importó a la afición queretana que no pudo hacer el viaje hasta Guadalajara para apoyar a su equipo, quienes en compañía del presidente municipal de Querétaro, Roberto Loyola Vera, y autoridades de su gabinete, apoyaron a los queretanos desde aquí.

Entre cánticos y porras, los aficionados celebraron la victoria por 1-0 a favor de los Gallos, quienes a pesar del triunfo quedaron prácticamente descendidos, toda vez que, según los números, necesitan anotar 20 goles en su próximo partido.

De acuerdo con policías municipales que estuvieron resguardando la zona, fueron casi 200 personas las que se dieron cita en la Alameda para apoyar a su equipo.

El saldo del evento fue blanco, lo que fue atribuido por las autoridades a que el ambiente se permeó de familias y alegría con motivo del festejo infantil.

La afición

“A final de cuentas estuvo padre, lástima por el equipo, porque pues todos queremos seguirlos viendo en la mejor liga de México, pero pues esto les tiene que servir de experiencia a los directivos para elegir mejor a su personal y jugadores, ojalá que el ascenso se dé pronto”, declaró Roberto Rodríguez, miembro de la Resistencia, barra queretana.

Por su parte, Daniel Gutiérrez Cruz, padre de familia, opinó que “ojalá que todos pudiéramos estar igual de a gusto en el estadio que como estuvimos aquí en la Alameda Central, donde a pesar de los resultados y el descenso y todo esto, todos salimos contentos. No hubo pleitos ni riñas ni nada, porque lamentablemente ir al estadio a veces significa arriesgarse a ver golpes, borrachos y cosas de ese tipo, que a uno lo disgustan sobremanera cuando va acompañado de la familia”.

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