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Con machetes, bates de beisbol, rifles y martillos, pandillas juveniles han invadido las calles de la comunidad de La Estancia en San Juan del Río. La violencia ha generado varios lesionados de gravedad entre los pobladores y los integrantes de las bandas han puesto en jaque a la localidad.
De acuerdo con los pobladores y con el delegado de la comunidad, José Gutiérrez Olvera, son ocho las pandillas detectadas. Las agresiones entre cada una de las bandas han superado los conflictos personales y derivan en amenazas de muerte en contra de familiares de los adolescentes involucrados en las riñas.
“Los nazis”, “Las iguanas”, “Los tímidos”, “Los frescos” y “Los julios” son algunos de los nombres que se han impuesto estas pandillas. Las edades de quienes las integran oscilan entre los 14 y 18 años y cada grupo cuenta con la simpatía de por lo menos con 10 jóvenes.
Quienes también sufren los actos vandálicos, son los padres de los chicos involucrados en las riñas. Los desacuerdos entre grupos han generado daños materiales en las viviendas y automóviles y son ocasionados a manera de represalia tras los enfrentamientos entre pandillas.
“Se han registrado intentos de homicidios, a un joven lo hirieron gravemente con un machete y se han levantado demandas por estos hechos, pero no se ha dado curso a las mismas. Hay un poco de desinterés por dar seguimientos a estos hechos de violencia”, dijo el delegado.
Por lo menos ocho averiguaciones por lesiones y daños patrimoniales se han iniciado, pero el delegado consideró que se han minimizado los hechos, mientras que las familias se desaniman a interponer las denuncias por la falta de respuesta de autoridades ministeriales.
En cambio, reconoció el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública que ha destinado una patrulla para vigilar la comunidad las 24 horas del día. También se ha reactivado el módulo de vigilancia, pero las autoridades reconocieron la urgencia de reforzar los esquemas de protección a los pobladores amenazados por los vándalos.
Alcohol detona agresiones
El consumo desmedido de alcohol en la comunidad de La Estancia ha sido una de las causas de fricciones entre los grupos juveniles, reconoció el delegado, quien anticipó sostener reuniones con las autoridades municipales para frenar la venta clandestina de bebidas, actividad recurrente en la localidad.
El delegado asegura que los propietarios de comercios han sido responsables de esta venta clandestina que propicia la ingesta de alcohol entre menores integrantes de las bandas y con ello el incremento de agresiones físicas y daños a viviendas. La Secretaría de Seguridad Pública anticipó que implementará un nuevo operativo para robustecer la vigilancia y desalentar el crecimiento de las bandas juveniles.
Asimismo, la dependencia espera contar con el apoyo del Consejo Municipal Contra las Adiciones, el Instituto de la Juventud, una vez que cuente con titular y el área de prevención del delito.
La corporación policiaca pretende incrementar la vigilancia con un mayor número de patrullas, para protección de los pobladores y de los propios elementos de seguridad.
Durante 2012, un oficial de policía fue también agredido por las pandillas juveniles que operan en La Estancia.