Si no se logra la donación del terreno en Santa Mónica, por parte del municipio capitalino, para la construcción de la casa del migrante de paso, la Iglesia buscará la forma de ayudar a los 300 migrantes que cada día pasan por la ciudad, aseguró el obispo Faustino Armendáriz Jiménez.
“Si no es ese terreno, será otro. Este proyecto se va a hacer, con el favor de Dios vamos a conseguir los medios para el lugar y también los recursos”, expresó.
Lo anterior, luego de que se diera a conocer que la donación de un predio en la colonia Santa Mónica, por la pasada administración municipal de Querétaro, carecía de validez porque no había sido publicada en la Gaceta Municipal.
Aseguró que el lugar donde se sitúe la casa del migrante es “lo de menos”, ya que lo que se requiere es que se mantenga la ayuda hacia las personas que salen de su país o su ciudad, para poder contar con una mejor oportunidad de vida.
Armendáriz Jiménez dijo que brindar espacios para el apoyo a los migrantes es una tarea nueva para Querétaro; pese a ello, el obispo confió en que las autoridades y los ciudadanos mantendrán el apoyo a este importante sector de la población.
“Apoyar a los migrantes es una tarea que podemos considerar nueva en Querétaro, y por eso es un proceso que se pueda ayudar, no hay que desesperarnos”, manifestó.
El obispo señaló que los integrantes de la Estancia del Migrante González y Martínez A.C., hacen un trabajo muy valioso al realizar un acto de humanidad con quienes viajan de manera ilegal, todos los días, en busca de una oportunidad.
Dijo que esta asociación es apoyada por la Diócesis de Querétaro con alimentos y recursos económicos “como Dios nos ayuda a nosotros (…) es una expresión de caridad muy importantísima y no podemos cerrar los ojos ante las necesidades de nuestra gente”.
Luego de trabajar durante varios años con migrantes en Tamaulipas, el obispo pidió a la ciudadanía no desconfiar de estas personas, ya que, dijo, es necesario brindarles apoyo para que logren llegar a su destino. Llamó a no temer de los centroamericanos, pues su intención no es agredir a la ciudadanía, sino trabajar para enviar dinero a sus familias y puedan salir adelante.