La mayoría de los asistentes nunca había participado en una subasta, mucho menos en una subasta de libros. Sin embargo, hasta los más tímidos entraron en las pujas que comenzaron desde un peso; un precio meramente simbólico para adquirir un clásico de la literatura.

A pesar de la lluvia que se presentó el viernes por la noche, la subasta se llevó a cabo bajo un pequeño toldo, en la Plaza Constitución, donde hasta este domingo se encontrará el Festival Cultural organizado por libreros y anticuarios de Querétaro.

Julio César Morales, de la librería Cultura Collage dio las gracias a los asistentes y explicó las reglas básicas de la subasta. Se podía ofrecer cualquier cantidad excepto centavos, por ejemplo no se permitió ofertar un peso con 50 centavos, pues todas las cantidades debían ser exactas.

Dicho esto, comenzó la subasta. El primer paquete de libros infantiles fue subastado por la cantidad inicial de un peso: Alicia en el País de las Maravillas, El Príncipe Feliz” y El Conde de Montecristo. Los asistentes comenzaron a levantar las manos y a ofrecer 10, 12, 15 pesos, luego otros ofrecieron 16, 25 y finalmente el paquete de tres libros se vendió en 70 pesos. Los participantes dieron un aplauso al ganador, y continuaron con la subasta.

También se subastaron libros de Octavio Paz, Carlos Fuentes y Maurice Druon, libros con temáticas infantiles, juveniles y de superación personal. Libros para todos los gustos.

Otro de los libros más deseados fue el de La Bella y la Bestia, un ejemplar de edición especial con pasta dura, los padres de familia, animados por sus hijos ofrecieron cada vez más para quedarse con el libro, en un momento la subasta se redujo sólo a dos participantes, dos familias distintas que asistieron al evento. Finalmente, La Bella y la Bestia se vendió en 80 pesos, unos quedaron conformes y otros desilusionados.

Otra de las dinámicas dentro de la subasta fue la de ofrecer dos libros en lugar de uno. Julio preguntó: ¿Quién paga un peso por llevarse dos libros? ¿Quién paga 10? ¿Quién paga 50 pesos por llevarse dos libros a su casa? Las personas pujaron por 100 pesos, 150, 200 pesos, 225, 228, hasta que una joven ofreció 250 pesos y se quedó con los dos ejemplares. Esa fue la oferta más alta en la subasta y también fue la última de la noche. La actividad comenzó con un máximo de 10 personas y terminó con al menos 30 asistentes.

Para Julio César, de la librería Cultura Collage, realizar subastas es una forma económica y divertida de incitar a la lectura. Desde hace diez años realiza subastas de libros en la Ciudad de México, y en su experiencia, ni siquiera la persona más tímida se resiste a pujar por un buen libro.

Lo que hace falta en Querétaro, señala, es la apertura de más espacios y plazas públicas para fomentar la cultura de la subasta.

“Falta cultura y espacios, en ciertos sectores de la Ciudad de México se junta la gente en mercados o plazas y los fines de semana van a eso, a subastar. Lo que falta en Querétaro es la cultura de la subasta porque es muy importante, alguien que trae 10 pesos si tiene suerte se puede llevar varios libros, esto es mucho de honor: yo he subastado libros a un peso y hay que cumplirlo. En Querétaro no faltan lectores, falta más espacios como éstos."

“Lo ideal sería que no subasten sólo las librerías sino que la misma gente subaste los libros que ya leyó, con eso van y se compran otro libro. Nosotros promovemos las subastas porque, por ejemplo, en esos lugares en donde se compran libros viejos, te compran 10 de esos libros en cinco o 10 pesos cada uno y después ellos los venden en 100 o 200 pesos, entonces imagínate qué pasa si en vez de vender los libros lo subastas, así ganas tú y gana el que lo compra”.

Julio recuerda que hace un año la librería Cultura Collage llegó a Querétaro y comenzó a subastar libros por internet, a través de páginas de Facebook, sin embargo las subastas en línea no tuvieron éxito, principalmente, comenta, por la desconfianza de los lectores. “No nos funcionó la subasta por redes sociales porque la gente no creía que les fuéramos a vender libros en uno peso o en 10 pesos”.

Esta fue la primer subasta de libros realizada en un espacio público, los asistentes se dicen complacidos con la dinámica y esperan que las autoridades municipales promuevan este tipo de actividades. A la par de la subasta también se realizó la venta nocturna de libros y antigüedades, los puestos se retiraron cerca de las 11 de la noche, pues los asistentes llegaron uno detrás del otro.

“Me voy contenta porque me llevo un par de libros a muy buen precio, además al participar en la subasta te diviertes, es otra manera de comprar, sin duda lo recomiendo, ojalá pudieran hacerse más seguido”, comentó Lupita Ramírez, una de las asistentes a la subasta.

“Mira, yo nunca había participado en una subasta, sé de varias subastas de vinos que se hacen aquí en Querétaro pero nunca participé, aquí sí me animé porque vi que con los 100 pesos que traigo en la cartera sí podía llevarme algo bueno, es muy accesible, realmente todos podríamos participar”, señaló Juan Pablo.

Este domingo 29 de julio es el último día en que estará presente en la Plaza Constitución el Festival Cultural organizado por libreros y anticuarios de Querétaro, en el que participan más de 30 librerías y 25 tiendas de antiguedades.

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