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El Mausoleo de los Hombres Ilustres primero se conoció como el mausoleo de Corregidora, el cual fue erigido entre 1840. En 1847 fue un panteón para indigentes. Una placa colocada en este lugar señala que fue “escenario de encuentros sangrientos”. En 1894 fueron depositados en este sitio los restos de Josefa Ortiz de Domínguez; más tarde los de su esposo. En 1988 fue inaugurado como panteón de los queretanos célebres.
La historiadora Oliva Solís Hernández explicó que el espacio donde actualmente se encuentra este panteón, las oficinas deportivos del Instituto Queretano del Deporte (Indereq), las instalaciones de la ex escuela Sor Juana Inés de la Cruz y el lugar donde está el propio convento, eran un mismo inmueble.
De acuerdo con la historiadora, todo lo que está alrededor de la iglesia de la Cruz, estaba bardeado hasta la zona que llegaba a los arcos, el último arco era una barda completa donde pasaba el canal que conducía el agua a la ciudad. “Cuando vienen los procesos de separación entre la iglesia y el estado, esos espacios pasan por diferentes usos. Cuando se empieza la secularización, hay partes que se le quitan al convento y a finales del siglo XIX los liberales empiezan a construir una historia patria”, comentó.
Construyen identidad
“Comienzan a construir una identidad nacional, en este afán de crear héroes y personajes con los cuales uno se identifique, surge la idea de traer los restos de doña Josefa y del corregidor a Querétaro, porque después del proceso de independencia ellos se fueron a México”. Comentó que doña Josefa fue encarcelada y don Miguel siguió participando en la administración y perteneció a los primeros gobiernos independientes. “Murieron allá y allá estaban los restos, entonces con el gobierno de Porfirio Díaz y González de Cosió aquí en Querétaro, se empiezan a hacer las negociaciones y a preguntarse donde ponerlos”, dijo. Expresó que el espacio se construye la idea de que ahí vayan quedando los héroes que nos dieron patria y aquellos que han contribuido a engrandecer a Querétaro, independientemente de que hayan nacido o no en la entidad. “Doña Josefa y don Miguel Domínguez (su esposo) no son de Querétaro, sin embargo para los queretanos son importantes por lo que hicieron acá”.
Algunos de los personajes que se encuentran en el mausoleo son: el general Octavio Mondragón Guerra, quien fue gobernador del estado de 1949 – 1955; Juan Antonio de Urrutia y Arana, creador del acueducto; Valentín F. Frías, historiador y escritor queretano; y la benefactora de la ciudad, doña Josefa Vergara y Hernández.