Más de 30 años de tradición y devoción se concentran en la Capilla de la Noria, ubicada a la altura del kilómetro 210 de la carretera México Querétaro con sentido al Distrito Federal. Un lugar donde se venera a San Judas Tadeo, santo que según los devotos, brinda ayuda para encontrar trabajo, y tener salud.
La banda estilo sinaloense, el tradicional mariachi y el grupo de música norteña son parte indispensable de esta celebración religiosa que reúne a miles de familias queretanas provenientes de los municipios de Querétaro, El Marqués, Pedro Escobedo, San Juan del Río, entre otros.
La fe se hace acompañar de los olores que desprenden las ollas de comida que contienen guisados, tamales, barbacoa, tacos de canasta, carnitas, gorditas y que de manera desinteresada y sin ánimo de lucro, son repartidas entre los peregrinos. Las familias que regalan alimentos aseguran que es una forma de agradecer los favores recibidos de San Judas Tadeo.
“Este es el primer año que vengo a regalar comida. Traje gorditas y agua de Jamaica. Vine porque quise agradecerle a San Juditas que mi marido haya cambiado de vida; la verdad él era alcohólico y nos daba muy mala vida. Un día quiso cambiar, vino a jurar ante San Judas Tadeo que dejaría el alcohol y lo hizo. A partir de ahora vendré todos los años a regalar comida a los peregrinos”, así lo expresó emocionada la señora Adela García.
Historias van y vienen, pero el denominador común es el agradecimiento por las bendiciones que han recibido hombres, mujeres y niños por parte de este santo que según la Biblia, acompañó a Jesucristo en su andadura por la tierra.
“Yo le doy gracias a Dios y a San Juditas por ayudar a mi hijo a recuperar su salud. Este año estuvo muy enfermo y le vine a rogar que nos ayudara y gracias a Dios se compuso. Me ha ayudado mucho y eso lo tengo que agradecer de alguna forma” comentó Gerardo Peña, devoto originario del estado de Guanajuato, y radicado en Querétaro desde hace 15 años.
Las flores, los escapularios, las veladoras, las imágenes de la Virgen y de San Judas Tadeo, entre muchos otros artículos religiosos acompañan una tradición que se afianza año con año.