Con el transcurso del tiempo y de la propia evolución del hombre, éste se dió cuenta de que el caballo no solo servía como alimento, si no tambien como una vía de transporte rápido y eficaz. Ha sido con el paso de los siglos que el ser humano se enfocó a domesticar a este cuadrupedo, y que también fue usado en guerras y en combate.
Éste a su vez ha sido un fiel compañero de la humanidad, costumbre que se conserva de manera campirana y en las urbes es la conocida equitación.
En la Sierra Gorda de Querétaro, el caballo y las yeguas, han sido de vital importancia, ya que han servido para acortar distancías, para entretenimiento, en cabalgatas, Jaripeos, torneos de cintas y mucho más.
Con la depresión de los años sesentas, la producción de Caballos comenzó a bajar, sin embargo, sólo fue por una década, ya que la gente de la Sierra Gorda que emigró a las diferentes ciudadades del país, regresó repuesta en su economía y comenzó a revivir tanto la agricultura como la ganadería, además de que muchos hombres fueron contratados en la Unión Americanan y las familias pudieron salir adelante.
Ante este hecho nuevamente se veían en los patios y potreros de la gente distintos tipo de equinos.
Desde hace 15 años, hijos y nietos de migrantes comenzaron a adquirir caballos y yegúas, tal vez el recuerdo o las mismas platicas de la familia, permitían este hecho.
Ahora ya no eran utilizados para transporte, ya que los carros y camionetas americanas, ocupaban las cocheras y patios, era el momento propicio para revivir las largas jornadas a caballo, acompañadas de un aguardiente o cerveza, botas, sombrero, camisa de manga larga, y pañuelo.
De esta manera practicamente cada semana se organiza una cabalgata en el norte del estado, y se comienza a competir con el futbol, ya que no es raro que gran parte de la población participe en este tipo de eventos.
Ésto ha generado de igual forma el fluído de economía, tanto para los médicos veterinarios, como para los criadores de caballos y yeguas; así también para los cuidadores de este tipo de animales, como para los que se dedican a la venta de gasolina.
Las cabalgatas se han hecho toda una costumbre entre los políticos, desde sus campañas y ahora en el gobierno, como es el caso del gobernador del estado, José Calzada Rovirosa, o incluso entre los presidentes municipales de nuestra entidad.
Todos disfrutan de estos actos, que reúnen a la familia en torno a la convicencia y la tradición, que vive cada día con mayor intensidad.
El arte de cabalgar se respira a diario en los montes, laderas y valles de esta Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, cuyas costumbres continuan conservándose, y se incrementan por la misma historia familiar.