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D espués de casi 20 horas de viaje, recorriendo por lo menos unas 543 millas desde Laredo, Texas, hasta la Sierra Gorda en Querétaro, decenas trabajadores migrantes, que laboran en los Estados Unidos de América regresaron a México a pasar las celebraciones de fin de año con sus familias.
Decenas de ellos arribaron en una noche cálida a su terruño querido: Jalpan de Serra. Las actividades que los lugareños desempeñan en el país del norte van desde la jardinería y construcción hasta los servicios.
Sus salarios, con mucho, superan lo que podrían llegar a ganar en su tierra, por ello es común que desde niños los hijos de los “norteños”, como llaman a los migrantes en la zona serrana, estén ya pensando en emigrar y reunirse con su familia del Norte, con la bendición del santo de su devoción y con el apoyo de autoridades tanto estatales como federales.
La travesía se realizó sin contratiempos en un momento en que el país se ve envuelto en delicados problemas de seguridad en las carreteras.
Cansados pero contentos ahora disfrutarán por unos días con sus seres queridos el resultado de un año de trabajo y sacrificio en el país vecino del norte.
