El sábado pasado se registró la muerte de una mujer adulta, la cuarta víctima de la explosión de pirotecnia en el municipio de Colón; el presidente de dicha demarcación, Alejandro Arteaga Cabrera, confirmó el hecho.
Informó que, de acuerdo con los datos que posee, se trata de la única mujer que permanecía en hospitalización y de quien se registraba una situación de salud grave.
El martes 17 de marzo se registró, al filo de las 10 de la noche, la explosión de 700 cohetones (25 kilogramos de pirotecnia) que serían usados las fiestas patronales en honor a San José (a celebrarse el 19 de marzo).
En un primer momento se registró la muerte de una mujer de 21 años de edad y horas después el de un menor de cuatro años de edad; para el 22 de marzo una mujer de 38 años de edad falleció en la capital queretana, a consecuencia de sus lesiones.
Derivado de este hecho, dos niñas de 14 y cinco años de edad fueron trasladadas a un Hospital Especializado de Galveston, en el estado de Texas, Estados Unidos.
Ante lo ocurrido, el presidente municipal dio a conocer que las medidas de uso de pirotecnia se han reforzado. Se tiene contemplada la capacitación obligatoria para los involucrados en el manejo de “cuetes”.
Admitió que es complicado restringir el uso de estos artefactos, porque son parte de las tradiciones de los pueblos, quienes en todo el año (en diferentes comunidades) registran las fiestas en honor a santos patronos.
En cuanto a las víctimas aseguró que se les ha dado el apoyo necesario, tanto económico como sicológico.
“No habría prohibición, se ha usado durante toda la semana sin contratiempo, se refuerzan las medidas; nosotros no podemos coartar las tradiciones de las comunidades”, dijo.
El gobierno del estado, a través de la Unidad de Protección Civil, perfila una estrategia de trabajo para involucrar a diversos sectores de la población, sobre todo de la comunidad católica para que minimicen el uso de la pirotecnia, la que reconocen es una tradición arraigada.