Sólo 199 niños de los 610 que se encuentran en las 25 casas cuna del DIF estatal, cuentan con la posibilidad de ser adoptados por una familia, ya que su situación jurídica se encuentra resuelta. La mayoría de estos niños fueron separados de sus padres por haber sufrido algún tipo de violencia física, informó la procuradora de la defensa del menor y la familia, Patricia Cabrera Orozco.
En este contexto, resaltó que de la mayor población de niños que se encuentran en las casas hogar, 60% corresponde a adolescentes de 10 a 15 años, en los cuales se encuentran incluidos los 199 niños que hoy cuentan con la posibilidad de ser adoptados, mientras que el menor porcentaje se ubica en los niños de 0 a 6 meses, siendo estos pequeños los más solicitados por las parejas adoptivas.
“Con situación jurídica resuelta tenemos 199 niños, que podrían ser adoptados pero son ya adolescentes de 10 años en adelante o grupos de hermanos, los cuales son mucho más difícil de lograr que los adopten, al igual que los niños que tienen alguna discapacidad resultado de la violencia que han sufrido, y que han quedado en estado vegetativo, parálisis cerebral, o síndrome”, explicó.
Detalló que anualmente son de uno a dos niños con estas características (discapacidad) los que son adoptados, y que se suma a la cifra de los 40 en promedio que logran tener una familia de manera anual. De igual manera, aseguró que las solicitudes de parejas han aumentado en los últimos dos años, aunado a las edades de los niños que desean adoptar, pasando de 0 a 3 años, al verse interesados por niños de 8 hasta 16 años.
Actualmente, son 59 parejas las que están en lista de espera del DIF estatal para adoptar un niño, el cual es asignado por medio del Consejo de Adopciones, representado por autoridades competentes que escogen los papás para cada uno de los niños, proceso que tarda de cuatro a siete meses en caso de que se quiera adoptar a un niño mayor, o bien un periodo más largo para los que deseen bebés de 0 a 6 meses.
“De los niños que entran, tratamos de rehabilitar a los familiares que se presentan con interés por recuperarlos. Si su deseo es éste, se hace mediante una acta administrativa con un seguimiento de uno a dos años donde mensualmente se ve que los niños estén escolarizados, que tengan al día su cartilla de vacunación y una entrevista de certificado médico. Cuando vemos que no salen y continúan las agresiones al menor, es cuando se hace el juicio de perdida de patria potestad para que los niños queden a disposición de una casa cuna y la oportunidad de encontrar una familia”.
Adopción sólo por vía de la ley
Recordó que es el ministerio público la autoridad competente y autorizada para hacer el retiro de los menores violentados por sus padres, llevados al DIF estatal, y posteriormente redirigirlos a una de las 25 casas hogar que se encuentran reguladas y a las cuales se visita cada mes para vigilar que los niños reciban educación, alimento, vestido, terapia e incluso, proyectos de vida para que aun siendo mayores de edad sigan estudiando.
“La mayor concentración de casas hogar que tenemos están en Querétaro, una en Tequisquiapan, otra en San Juan del Río, Ezequiel Montes, Colon, además de otras 14 distribuidas en todo el país como Morelia, San Luis Potosí, Campeche, Estado de México, la ciudad de México y Puebla”, señaló Cabrera Orozco.