Los derechos de los niños a la educación y a la salud son los más violentados en el estado al interior de la familia, indicó el titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Miguel Nava Alvarado al acudir al centro de día Njhoya, ubicado en Hércules, para celebrar con los pequeños el Día del Niño.

Los trabajos que realiza la Comisión Estatal de Derechos Humanos con los niños, tienen la finalidad de informarles acerca de sus derechos y obligaciones.

El derecho a la familia, a la educación y a la salud, son los que en la entidad se violentan por los mismos padres de los menores quienes los forzan a trabajar en lugar de ir a la escuela.

“Al igual que las personas adultas, los niños tienen derecho a un trato digno, a un techo, a la educación primaria, secundaria, preescolar y que reciban cariño principalmente; son personitas, aunque muy tiernas pero que son víctimas muchas veces de muchos abusos no nada más en el núcleo familiar, sino también en su escuela”, enfatizó el ombudsman.

Al presentar una obra donde los trabajadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos explicaban de forma lúdica los derechos a los menores, el ombudsman confirmó que son en muchas ocasiones los mismos padres quienes violentan los derechos más básicos de los infantes, que muchas veces son forzados a trabajar para ayudar en la casa.

“Lo que estamos haciendo el día de hoy, es una dinámica a través de un teatro guiñol para que los niños vayan repitiendo lo que son los derechos humanos, y ese tema y esas palabras de lo que son los derechos humanos, las vayan acotando y sepan lo importante que son los derechos humanos, para que los relacionen con el agua, con la vida, con el buen trato, con la educación, con la salud. Haciendo una dinámica de información pedagógica para que ellos vayan poco a poco introduciéndose en este tema”, señaló.

Más de 60 niños entre 4 y 13 años fueron los que presenciaron la función de títeres y se comenzaron a involucrar en los derechos de la niñez, mismos que tienen que ser respetados por parte de los padres de los pequeños quienes en lugar de tenerlos con ellos trabajando en las calles de la ciudad, los llevan al centro de día en donde reciben atención escolar y al menos dos comidas calientes.

Algunos pequeños antes de iniciar la función de guiñol, decían desconocer cuales son sus derechos, mismos que después de la obra indicaron conocer un poco.

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